El metrobús ha tenido poco recorrido. El Ayuntamiento de Málaga ha descartado finalmente esta propuesta como alternativa al tranvía al Civil y ha planteado una opción más barata, aunque también con más problemas técnicos, como es un carril bus con un trazado circular por Bailén-Miraflores sin uso exclusivo del carril y sin conexión directa con el metro.

La propuesta presentada a finales de julio a la Consejería de Fomento incluye varios escenarios alternativos al tranvía al Hospital Civil, que es la opción defendida por la Junta de Andalucía y la concesionaria. Sin embargo, descarta la primera opción que puso sobre la mesa, la del metrobús, que implicaría un desembolso de 27,6 millones de euros en su construcción, muy lejos de los cinco millones iniciales estimados.

Al final el Ayuntamiento se decanta por la opción más barata, que es habilitar un carril bus con un trazado circular de unos 4 kilómetros, con idea de que vaya recogiendo pasajeros por el distrito Bailén-Miraflores para llevarlos a la estación del metro junto al Guadalmedina.

Esta opción sería mucho más barata, de apenas 3,6 millones de euros para pintar el carril bus, poner los postes de las paradas y la compra de autobuses con más capacidad de los actuales de la EMT. Sería lo que el Ayuntamiento denomina una Línea de Alta Capacidad (LAC) a semejanza, aunque con menos capacidad, de la puesta en marcha en Granada y que está teniendo muchos problemas de gestión.

Uno de los principales problemas de la propuesta municipal es que plantea una línea con 13 paradas, sin prioridad para los autobuses en los cruces semafóricos, ni con una plataforma reservada, ya que el carril bus sería compartido con otros autobuses, taxis y coches privados.

Esto supone ralentizar la velocidad comercial de estos autobuses, ya de por sí baja al ser la mitad de rápidos que un tranvía, y estar a merced de los problemas de tráfico que se puedan generar en el día a día. Estos problemas perjudican la frecuencia de paso, la fiabilidad y los tiempos de viajes. Sin embargo, el gran problema de la propuesta municipal es que no establece ninguna conexión con el metro. La parada que debería unir estos dos sistemas de transporte se encuentra en superficie, lo que obligaría al usuario a cambiar de nivel para transbordar entre el metro y el autobús, perjudicando la posible captación de viajeros.

La propuesta presentada ante la Consejería de Fomento a finales de julio no va acompañada de un estudio de demanda y de viabilidad, lo que deja en el aire la conveniencia de la propuesta municipal, pendiente de esos estudios.

En todo caso, la postura de la Consejería de Fomento es insistir en la opción del tranvía, tal y como se acordó con el Ayuntamiento de Málaga en noviembre de 2013. Considera que tiene más sentido para la movilidad y utilidad de la inversión apostar por la continuidad de este sistema de transporte y no adosarle otro distinto que, además, requiere un transbordo.

La decisión sobre la extensión del metro al Hospital Civil es clave para el futuro de toda la red, que se rediseñó en 2013 para encontrar el equilibrio financiero con 21 millones de pasajeros al año, de los que tres millones de pasajeros corresponderían al tramo desde la estación del Guadalmedina hasta el Hospital Civil.

La negativa municipal a aceptar el metro en superficie que aceptó en noviembre de 2013 le ha llevado a presentar varias alternativas al tranvía, que implica la presencia de autobuses de la EMT a cargo de la gestión de ese tramo, aunque la inversión recaiga en la administración autonómica. Para ello se apoya en el PGOU, donde ya está pintado un trazado de carril bus, que va por la avenida de Barcelona y Alonso de Palencia, no descartando incorporar también una vía reservada por Eugenio Gross, con una ocupación similar al tranvía.