Casi el 90% de los 103 municipios que integran la provincia de Málaga, entre ellos todos los de mayor población, han logrado rebajar sus cifras de paro durante los últimos doce meses a pesar de la ausencia de nuevas leyes y normativas debido a la actual situación de bloqueo político en España. El hecho de que el país mantenga un Gobierno en funciones desde finales de 2015 no ha sido obstáculo para que la inercia de la reactivación económica haya tirado a la baja de las cifras del desempleo, aunque empresarios, economistas y sindicatos no dudan en advertir de que la incertidumbre política y el bajo nivel de las inversiones públicas en este periodo ha desacelerado el crecimiento y pasará factura a corto y medio plazo. También lamentan los efectos de esta situación en un mercado laboral que, pese a la mejora de sus grandes cifras, sigue presentando unas altísimas cotas de precariedad, dominado por la contratación temporal y a tiempo parcial y por una interminable rotación de personas por los mismos puestos de trabajo.

De momento, los últimos datos del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) constatan que de los casi 179.000 desempleados que había en septiembre de 2015 se ha pasado a los 163.201 de este pasado mes, con un descenso del 8,78% que se traduce en 15.716 desempleados menos. Tanto CCOO como UGT -que este pasado viernes se manifestaron en Málaga con motivo del Día Mundial por el Trabajo Decente y con un lema de rechazo a los «contratos basura, los bajos salarios y la precariedad»- relativizan sin embargo tanto el valor de ese descenso como la calidad del empleo que se está generando.

Por un lado, los sindicatos afirman que el ritmo de bajada del desempleo exhibe una «lentitud exasperante» en relación a las grades cifras de paro existentes -no hay que olvidar que el número de desempleados en Málaga todavía es más del doble del que había en 2007, antes de que estallara la crisis- y , por otro, denuncian la «enorme precarización» del mercado de trabajo, un fenómeno agudizado a raíz de la reforma laboral aplicada en 2012 por el Gobierno del PP. Cerca de un 95% de los contratos que se firman cada mes en la provincia son temporales y , de entre ellos, dos de cada tres que se suscriben por circunstancias de la producción tienen una duración inicial inferior a un mes, un porcentaje once puntos superior al de antes del inicio de la recesión, según recuerdan la secretaria general de UGT en Málaga, Auxiliadora Jiménez, y su homólogo de CCOO, Antonio Herrera. La crisis también ha provocado que las empresas recurran más a los contratos a tiempo parcial en detrimento de la jornada completa.

Los sindicatos denuncian además que miles de malagueños viven una situación de desempleo enquistada. De hecho, el colectivo de parados de larga duración (personas que llevan más de un año buscando empleo sin éxito) supone el 47,3% del total de los parados de Málaga, con unas 77.200 personas en esta situación.

De Marbella a Vélez

Al margen de estas consideraciones, el análisis de los datos por municipios revela que el descenso del desempleo registrado en el último año se centra fundamentalmente en Málaga capital y la Costa del Sol, con Marbella y Vélez Málaga como puntos álgidos (algo lógico, al ser las zonas de más población). La capital es el municipio donde el desempleo más se ha reducido. En concreto, el paro ha caído en 5.773 personas, con un descenso del 8% que la deja con 65.936 desempleados (un 40% de todos los que hay en la provincia). Le sigue Marbella que reduce su lista en 1.234 parados, un 9,8%, y se sitúa con 11.328. El tercer puesto es para Vélez Málaga, que presenta un sensible descenso del 13,1% (1.245 personas) y coloca su paro total en 8.260 vecinos. También presentan caídas muy significativas Benalmádena (-778 parados y un total de 5.549), Estepona (-695 y 5.365) y Mijas (-609 y 6.917), todas ellas con reducciones de entre el 8% y el 12%.

El listado de los diez municipios malagueños con mayores bajadas del desempleo se completa con Antequera (501 parados menos para un total de 4.158), Fuengirola (-496 y 6.154 respectivamente), Rincón de la Victoria (-492 y 3.897) y Ronda (-407 y 3.975). Por contra, el paro no ha bajado o sube de forma mínima en 13 localidades. Presentan incrementos Mollina (9), Parauta (4), Genalguacil (3), Canillas de Albaida, Sayalonga y Sedella (2 en cada caso), Faraján (1), mientras que Benadalid, Benalauría, Benamargosa, Cuevas Bajas, Cútar y Pujerra no varían su cifra en relación a hace un año.

«Viento a favor»

El vicedecano del Colegio de Economistas de Málaga, Antonio Pedraza, considera que la economía mantiene una buena marcha gracias a los espectaculares datos del turismo, que en este 2016 está registrando nuevas cifras récord de afluencia de visitantes, y a factores generales como el reducido precio del petróleo y los bajos tipos de interés, además de la depreciación del euro frente al dólar. «Tenemos un viento de cola que nos sigue empujando pero hay que ser conscientes de que el parón político está ralentizando el crecimiento. Los efectos de ese parón se verán, aunque sea de forma retardada», apunta. Pedraza señala además que la demora en la formación de un nuevo Gobierno mantiene las inversiones de las administraciones en obra pública «muy paradas». El clima de incertidumbre también afecta a muchas decisiones de inversión privada, que están «congeladas» a la espera de que se aclare el panorama. «Todo esto también termina afectando al empleo. Si hubiera más confianza habría también contrataciones de más calidad, aunque sin olvidar que aquí en Málaga el peso lo lleva al turismo, que tiene su componente estacional», opina. El crecimiento en Málaga fue del 3,5% en 2015 y para 2016 se espera rondar el 3%. Según los economistas, si hubiera un escenario sin incertidumbres y con un acceso más normalizado del sector privado al crédito bancario, el ritmo podría llegar al 4%.

Por su parte, la vicepresidenta ejecutiva de la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM), Natalia Sánchez, reconoce que las empresas no se deciden a contratar aún de forma estable, a espera de que se despeje el futuro político y se confirme la reactivación económica. «Es cierto que la recuperación no está siendo ni tan rápida ni en tan buenas condiciones como sería deseable, tanto en cantidad de empleo como en calidad. Pero hay que tener en cuenta lo que ha pasado en la crisis. El contexto tampoco ayuda. Hace falta todavía más confianza en la reactivación y en el entorno político», señalaba recientemente a este periódico.