La Audiencia Provincial de Málaga ha confirmado parcialmente una sentencia dictada por un Juzgado de lo Penal por la que fue condenado un extrabajador de una empresa de seguridad de Málaga por tratar de vengarse de su jefe vendiendo su coche y su portátil haciéndose pasar por él en una web de anuncios, además de colgar en otro portal un anuncio por el que pedía conocer a una chica para los fines de semana.

La sentencia que recayó sobre el encausado fue de un año de prisión, 3.600 euros de multa y 3.000 euros de indemnización para su jefe por un delito de descubrimiento de datos reservados. También fue condenado por la falta de defraudación a 300 euros de sanción económica y a indemnizar a la persona cuya identidad digital usurpó en la cantidad que se acredite por su conexión a internet. Tanto el acusado como la víctima recurrieron en apelación, de forma que la Sala da la razón al procesado en el sentido que lo absuelve de la falta de defraudación y, al segundo, en el argumento de que tendrá que pagar las costas del procedimiento.

Según consta en la sentencia de primera instancia, «el acusado había trabajado en Málaga como vigilante de seguridad en una empresa y, como represalia por un acuerdo laboral y en perjuicio de otro hombre, jefe de seguridad de la sociedad», resolvió, desde su domicilio de La Herradura (Granada), descifrar la clave de la red wifi de su vecina y, a través de su IP, «publicar, el 14 de diciembre de 2009, al menos cinco anuncios» en dos páginas de compraventa de productos y servicios varios.

El primero de ellos decía: «Vendo Audio A4 TDI nuevo por falta de dinero; lo vendo porque me urge mucho el dinero, muy económico, es de 2007 con sólo 20.000 kilómetros, nuevo de veras y el precio es negociable». El segundo fue redactado así: «Vendo portátil Sony, lo vendo porque me urge el dinero». El último era del siguiente tenor literal: «Busco chica de compañía, guapa y amable; busco chica que sea guapa, tengo altos ingresos, solo para fines de semana».

A estos anuncios le siguieron varias respuestas, por ejemplo las de un internauta que quería comprar el Audi, mientras que otras dos eran de naturaleza sexual. «Estos anuncios motivaron que le remitieran al perjudicado innumerables contestaciones a los mismos que le supusieron un considerable perjuicio tanto a nivel personal como profesional al abrírsele un expediente disciplinario», considera probado la Sala, cuyos magistrados, no obstante, absuelven al acusado de una falta de defraudación.

Sin embargo, la Sala rechazó la pretensión de la defensa de que se declarara la nulidad de lo actuado e hizo suyos los argumentos de la sentencia.