­Las temperaturas veraniegas se han convertido en las protagonistas del arranque del otoño en Málaga, una situación que está beneficiando al sector turístico, pero que tiene su lado negativo en la falta de lluvias, lo que ha colocado ya a las reservas hídricas de la provincia en un escenario más que preocupante. De hecho, tanto el pantano de La Viñuela, que abastece a la Axarquía, como el conjunto del embalses del Guadalhorce están en situación de prealerta por su bajo caudal y el panorama puede ir a peor si este último trimestre del año no viene acompañado de precipitaciones.

Los técnicos de la Junta de Andalucía ya barajan varios escenarios a corto plazo si las lluvias siguen sin hacer presencia en la provincia. En el más pesimista, se plantea que la provincia se encuentre en una situación de alerta de sequía el próximo mes de febrero, hecho que se dará si las precipitaciones se mantienen en los niveles mínimos históricos, registrados en el año hidrológico 1994-1995. Otro escenario menos negativo, aunque también problemático, plantea que las lluvias registradas en estos próximos meses sean similares a las que se dieron en la provincia el pasado otoño-invierno, que supondría el 25% de la media habitual de precipitaciones. En este caso, Málaga también entraría en alerta de sequía, pero lo haría el próximo mes de mayo. Es más, según ha podido saber este periódico, los técnicos plantean que cualquier situación que esté por debajo del 50% de la media hará que se declare la alerta.

La provincia, aunque aún está lejos de los niveles que llevaron a declarar un decreto de sequía hace ahora una década, lleva ya dos años con lluvias por debajo de su media y este año hidrológico que acaba de terminar a finales de septiembre sólo regaló precipitaciones a la provincia a comienzos del otoño y a finales de la primavera, precisamente fueron esas lluvias de mayo las que han logrado que Málaga haya vivido su temporada alta sin sobresaltos, ya que los temporales y las posteriores escorrentías dejaron 20 hectómetros en los pantanos.

El problema es que una vez pasado el verano, la época con mayor demanda de agua, el caudal embalsado en la provincia se sitúa ya por debajo del 50%. A fecha de ayer estaban al 40,2%, con el de la Viñuela como el que tiene menos reservas, estando al 33,6%. El de Guadalteba está al 36,7%, el del Conde del Guadalhorce, al 35, y el del Guadalhorce está al 52,2%. Este último tiene más porcentaje de llenado porque sus aguas son salinas, lo que hace más difícil su aprovechamiento.

El que mejor situación presenta es el pantano de la Concepción, que está casi al 60% y que fue el más beneficiado por las últimas lluvias de primavera.

Aunque los técnicos trabajan con la probabilidad de que las precipitaciones comiencen a llegar este octubre, desde principios de este año ya se comenzó a trabajar en las actuaciones a realizar en caso de que la falta de reservas obligara a buscar otras vías de abastecimiento. Como ya publicó este periódico, entre las actuaciones a realizar estarían el aprovechamiento de los pozos existentes en la Aljaima y Fahala, junto con el azud de la Aljaima, que ya ha estado funcionando desde su puesta en marcha el pasado febrero; un mayor aprovechamiento de la planta del Atabal para tratar agua salina del Guadalhorce y conectar la red que abastece a Málaga con la de la Viñuela y la de la Costa del Sol. Esto último, sin embargo, presenta algunas dificultades. En el caso de la Costa del Sol habría que acometer una obra para que la conducción llegue hasta 250 litros por segundo que costaría 400.000 euros y en el de la Viñuela el problema es que el pantano está en un porcentaje tan bajo que sería muy complicado proceder a más trasvases.

Precisamente en la comarca de la Axarquía también se han planteado ya propuestas para asegurar el suministro a corto y medio plazo. Entre las actuaciones previstas se encontraría la recuperación de los pozos que se hicieron en la última sequía hace una década, el aprovechamiento de recursos del río Chíllar y obras para mejorar los sistemas de regadíos. Más a largo plazo se estudiaría interconectar la red con el litoral occidental, al tiempo que se descarta una conexión con el pantano granadino de Rules.