La víctima de una brutal agresión en la madrugada del 16 de agosto en el polígono industrial Guadalhorce a manos de dos mayores de edad y dos menores declaró ayer en el juicio que se sigue contra los adultos en el Juzgado de lo Penal número 7 de Málaga, en la Ciudad de la Justicia. Así, esta mujer transexual aseguró que la paliza se la dieron «por homofobia, por odio hacia nosotras» y pidió justicia para las transexuales.

Así, Cristina V. A. explicó que aquella madrugada, en concreto eran las 3.10 horas de la mañana, se encontraba trabajando en la calle André Gide junto a algunas compañeras, cuando le arrojaron piedras desde un coche ocupado por cuatro jóvenes que iba a gran velocidad. Luego, señaló, volvieron a pasar por la zona y se bajaron del vehículo. «Mi amiga se fue con un cliente, yo corrí pero casi no podía, me cogió uno de ellos y me dio con la barra de hierro en la cabeza, yo vi la muerte», explicó. Añadió que uno de los menores, contra los que se sigue procedimiento en esa jurisdicción, le dio tres golpes en la cabeza con la barra y luego otro le golpeó con el palo en la espalda. El otro par de atacantes le dio golpes y patadas al mismo tiempo.

Agregó que en ningún momento le preguntaron por el precio del servicio, sino que la insultaron por su condición mientras la agredían. «No les quiero ni mirar, ¿es que no tienen madre ni hermanas?», aclaró, para añadir que luego alguien le quitó el bolso y salieron corriendo. Llevaba 500 euros y el móvil, que no ha recuperado todavía. «Sólo pido justicia para las transexuales», apuntó. También pidió la compensación económica que le corresponda por la brutal agresión sufrida, así como por el móvil y el dinero sustraído.

Una de sus compañeras señaló que pasaron los cuatro atacantes en un coche y que las insultaron y les tiraron piedras, pero ella tuvo que irse con un cliente y no vio más. Corrió junto a su amiga, pero la víctima no pudo seguir su ritmo. Ella intentó que el cliente la ayudara a pedir ayuda, pero este se negó y la dejó en un sitio del polígono.

Uno de los acusados, por su parte, dijo que conducía el coche tras beber vodka y fumarse cinco porros de marihuana y afirmó que fueron a preguntarle el precio del servicio y, al darse cuenta de que era transexual, la insultaron usando expresiones homófobas que no se reproducen por su crudeza. «Ella me tiró primero una botella de cristal al coche, no eran piedras lo que nosotros tiramos, eran chinos», apuntó. Luego paró el coche, vio que había un bollo en una de las puertas y es entonces cuando, según su versión, tiraron chinos contra la agredida y su amiga. «Uno de los compañeros cogió un palo de escobón y la seguimos con el coche y él le pegó con el palo, pero no era de hierro», precisó. Entonces, reconoció, él cogió el palo y golpeó en la espalda a la perjudicada, que en su declaración estaba muy afectada y ni siquiera los quiso mirar para identificarlos.

Acto seguido, se fueron en el coche y él se dio cuenta de que uno de los menores se había llevado el bolso de la mujer y lo tiró, rechazando que hubiera dinero. Se deshizo del móvil junto al bolso. «Estoy muy arrepentido de lo que he hecho, yo no tengo nada en contra de la homosexualidad», aseguró el acusado. Finalmente, indicó que se dio a la fuga en el coche porque no tenía carné de conducir. Su abogado le preguntó si es verdad que padece un retraso madurativo y está en tratamiento psiquiátrico, por lo que no debería fumar ni beber, lo que él admitió.

Su compañero de banquillo dijo que se arrepiente de «haber estado allí», y aseguró que él gritó a sus amigos que no pegaran a la mujer. Negó que él tirase chinos a las mujeres, pero sí apuntó que sus compañeros lo hicieron. También vio a sus dos compañeros darle con la barra de hierro a la agredida. «Lamento lo que ha pasado, no tengo odio a los transexuales, estoy muy arrepentido de haberme montado ese día en ese coche», concluyó, para agregar que también fumó marihuana. Cada uno de los acusados se enfrenta a siete años de prisión por robo con violencia y lesiones con la agravante de haberla agredido por su condición sexual.