­Ha llovido hasta mediados de octubre, en el inicio del año hidrológico, muchísimo menos que en 2015. En el interior de la provincia apenas 15 litros por metro cuadrado de media, después de dos ejercicios bastante secos. Con la prealerta activada por sequía y los grandes embalses de la provincia de nuevo con mínimos históricos, el sector agrícola confía en que las precipitaciones empiecen a ser significativas lo antes posible, porque de lo contrario la mayoría de las cosechas empezarán a arrojar pérdidas millonarias.

Así lo reconoce el presidente de Asaja en Málaga, Baldomero Bellido: «Todavía es pronto para hacer números sobre las pérdidas que puede acarrear la sequía. Porque estamos en el arranque del año hidrológico y todavía estamos a tiempo de que mejore la situación actual. Pero de lo que nadie duda es de la catástrofe que podría acarrear un tercer año deficitario». En general, todas las organizaciones agrarias reconocen que la falta de lluvias mantienen en jaque, mirando al cielo, a sus asociados.

El sector del olivar, por ejemplo, necesita de manera urgente de unas precipitaciones que permitan salvar una cosecha que ya está en marcha, en el caso de la aceituna de mesa, o a punto de comenzar. Mientras tanto, el sector de los subtropicales mantiene su movilización a favor de más riegos, a raíz de las recientes declaraciones tanto de la Junta de Andalucía como de los líderes provinciales del PSOE: plantean en ambos casos la limitación para nuevas plantaciones de aguacates o mangos.

Hasta este fin de semana, las precipitaciones acumuladas del año hidrológico más significativas correspondían a zonas aisladas de la Serranía de Ronda, limítrofes con la provincia de Cádiz, donde ni siquiera se salvará -sin lluvias abundantes de última hora- la campaña de la castaña. En Loma de Cámara se recogieron en menos de 24 horas algo más de 60 litros el pasado 12 de octubre. Pero el resto de enclaves en los que se superó el medio centenar de litros por medio cuadrado no están situados en las cabeceras de los ríos o embalses, porque corresponden a áreas de Málaga capital, Mijas o Marbella. La peor parte se la llevan áreas de la comarca de Antequera o de un gran número de municipios del interior de la Axarquía.

Los agricultores pasaron de estar preocupados por posibles lluvias torrenciales en octubre a clamar por más cantidades acumuladas. Los 40 litros que suman zonas del Valle del Genal apenas van a servir para «facilitar en estos días la recolección de la castaña». Sólo una semana de lluvias algo más significativas, como la anunciada para estos próximos días, salvaría cosechas en la Serranía, el Valle del Gualhorce, Antequera o la Axarquía.

Sólo de la campaña más avanzada en estas fechas, al margen del mango axárquico, la de la aceituna aloreña, dependen 4.000 familias que cultivan 20.000 hectáreas en hasta 19 municipios.

Moción del PP

La situación hídrica de la provincia y de los regantes de la Axarquía ha saltado al escenario político. El grupo del PP en la Diputación de Málaga presentará en el pleno de la próxima semana una moción en la que insta a la Junta a que adopte las actuaciones hídricas necesarias para garantizar el suministro de agua para riego presente y futuro de los subtropicales de la comarca de la Axarquía.

Desde el grupo del PP han mostrado su apoyo a los agricultores de este sector y han rechazado «toda decisión política que impida o frene su crecimiento y desarrollo económico y de empleo». Esto se produce después de que desde el Gobierno andaluz se abogara por «poner freno a nuevas plantaciones ante el déficit de recursos hídricos», lo que causó malestar entre los agricultores.

Los agricultores aseguran que no hay una «burbuja» tras el aumento de plantaciones sino todo lo contrario, hay un incremento de la demanda en Europa que crece «a mayor ritmo que las plantaciones y nuestros comercializadores año tras año han de suplir esa enorme diferencia con importación de fruta extranjera».

«La administración pública debe dar solución a la carencia de infraestructuras y no limitar el mercado para no tener que asumir su responsabilidad», han apuntado desde la asociación, lamentando que se haya «criminalizado» al sector.

Según este colectivo, se han de crear infraestructuras necesarias para utilizar recursos que se «desperdician» en las zonas del río Chíllar, Algarrobo, Torrox, pozos, aguas recicladas, etcétera, trasvasando agua desde donde sobra como el río Guadiaro o el pantano de Iznájar.

En este sentido, Delgado Bonilla ha recordado, al igual que los agricultores, que la Junta de Andalucía aprobó por decreto en 2006 el Plan de Ordenación del Territorio de la Costa del Sol Oriental-Axarquía para definir una nueva estrategia en esta zona, con acciones «con un coste global de 526,4 millones a precios corrientes de 2005».