El mercado laboral de Málaga está generando en lo que llevamos de 2016 las mejores cifras de contratación de los últimos diez ejercicios y supera incluso a las del año 2007, que fue el último ejercicio de bonanza económica antes del estallido de la crisis. Según los datos del Observatorio Argos del Servicio Andaluz de Empleo (SAE), en la provincia se han firmado hasta septiembre casi 535.000 contratos, un cifra que supera a la registrada a estas alturas del año en todos los ejercicios del periodo de recesión y también a los algo más de 520.000 que mostraba por estas fechas aquel 2007, cuando el mercado laboral malagueño operaba aún a su máximo nivel. Hay que remontarse a 2006, otro de los años estrella del boom económico, para encontrar un dato superior (casi 540.000).

Las actuales cifras de contratación, no obstante, están empañadas por unas altísimas tasas de temporalidad (que ya de por sí eran elevadas antes de la crisis), por una alta rotación de trabajadores por los mismos puestos de trabajo y por un creciente peso del empleo por horas en detrimento de la jornada completa. Se podría decir que el mercado laboral vuelve a carburar a gran potencia, pero generando empleos de peor calidad que antes, según denuncian reiteradamente los sindicatos y reconoce incluso la propia Confederación de Empresarios de Málaga (CEM). Tampoco hay que olvidar que, pese a este nivel de contratación, Málaga sigue manteniendo un gran déficit de empleo respecto a antes de la crisis. La provincia tiene ahora mismo, de media, 65.000 personas menos trabajando que en 2007, año en el que la cifra de ocupados alcanzaba los 635.000, según un informe elaborado hace unos meses por CCOO.

Contratos más cortos

Los sindicatos reconocen que la reactivación económica es evidente pero critican la precariedad del mercado laboral, acrecentada según denuncian por la reforma laboral del Gobierno promulgada en 2012. La economía malagueña siempre se ha caracterizado por una alta temporalidad debido a su dependencia del sector servicios (la industria turística es muy estacional) aunque también es cierto que hasta el estallido de la crisis, la firma de contratos indefinidos alcanzaba cada mes porcentajes de hasta el 8,5%. La recesión y la falta de confianza de las empresas ha ido menguando en los últimos ejercicios ese porcentaje a cifras del 5% o el 6%. De esta forma, casi el 95% de los contratos que se firman cada mes en Málaga son mayoritariamente de carácter temporal y con una duración media de sólo mes y medio (48,8 días), un plazo aún más corto del que había antes de la crisis (55 días), según otro estudio de CCOO. El sindicato afirma además que dos de cada tres contratos temporales por circustancias de la producción que se firman en Málaga (un 66,9%) tienen una duración inicial inferior a un mes, un porcentaje once puntos superior al de antes del inicio de la recesión.

Además, se ha disparado la modalidad del contrato a tiempo parcial, que ya supone el 40% de las nuevas altas (cuando hace cuatro años, antes de la última reforma laboral, sólo eran el 25%) y cuyo uso está muy extendido en ámbitos como la hostelería. Tanto la secretaria general de UGT en Málaga, Auxiliadora Jiménez, como su homólogo de CCOO, Antonio Herrera, vienen denunciando que esta modalidad esconde muchos casos de «fraude» y «economía sumergida», ya que los trabajadores echan en realidad más horas de las que estipulan sus contratos.

Según los sindicatos, desde 2007 hasta ahora la representatividad de los trabajadores con contratos a tiempo parcial dentro del conjunto de empleados de la provincia ha pasado del 14,3% al 22,4%. Por decirlo de otro modo, más de uno de cada cinco trabajos en Málaga ya son a tiempo parcial. Las centrales sindicales temen que esta cuota siga al alza y aseguran que la mayoría de las personas que trabaja con esta modalidad no lo hace por elección sino porque no encuentra otro tipo de trabajo.

Parados de larga duración

Al margen de la calidad del empleo, las cifras de contratación sí han permitido que el paro en Málaga al cierre de septiembre (163.201 personas) se sitúe en sus niveles más bajos desde hace seis ejercicios y que la cifra de afiliados a la Seguridad Social (562.110) presente su cifra más alta para ese mes desde 2009. En cuanto al desempleo, y pese a la tónica general de bajada (en Málaga hay 15.716 parados menos que hace un año), persisten aspectos muy preocupantes. El 52% de los desempleados no percibe ninguna prestación tras haber agotado todas sus coberturas. Además, el número de parados de larga duración con más de un año intentando encontrar trabajo sin éxito (78.100, un 47% del total de desempleados) sigue siendo casi el triple que al inicio de la crisis. El dato es muy parecido al de los 77.400 desempleados que son mayores de 45 años, un colectivo de difícil reinserción laboral y que, según los sindicatos, corre el riesgo de que su situación se haga crónica.