El presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Carlos Lesmes, insistió ayer en la «total y absoluta» independencia de los jueces en las causas de corrupción y animó a los jueces decanos a despejar «toda duda» sobre el buen hacer de la carrera judicial.

Lesmes, que participó ayer en Málaga en el acto de apertura de las 26 Jornadas Nacionales de Jueces Decanos, señaló en su intervención que las «afirmaciones reiteradas durante años» de que la justicia «no es independiente» o está «politizada» no son ciertas.

Manifestó que a los jueces les «duele» escuchar que la justicia en la que creen y por la que trabajan «no es independiente, que está politizada y son los partidos políticos los que dirigen la acción de los jueces». Estas afirmaciones «se desmienten una y otra vez», según Lesmes, por los jueces que cada día se afanan en sacar adelante procesos de toda clase con los medios de que disponen, «muchas veces escasos», y «siempre con respeto a las garantías del proceso y los derechos de los justiciables». En las «muchas causas de corrupción» que se están juzgando y afectan a distintos responsables públicos e instituciones «los hechos se manifiestan con terquedad» y los jueces están actuando «con total y absoluta independencia, sin aceptar injerencia alguna», indicó.

Y pidió a los jueces decanos que contribuyan a difundir «una realidad que despeje toda duda o sospecha más o menos intencionada sobre el buen hacer de la carrera judicial». «El futuro de un país pasa por tener una justicia independiente y de calidad y vosotros como jueces decanos sois una pieza esencial para alcanzar ese objetivo».

Lesmes destacó el «extraordinario» esfuerzo que están realizando los órganos judiciales, y recordó que pese a que la planta judicial prácticamente no se ha incrementado desde el año 2011, en 2015 se resolvieron más asuntos que en el año anterior y han mejorado con carácter general los tiempos de respuesta.

A este respecto, apuntó que existe una «excesiva carga de trabajo», que además está «muy mal repartida», e hizo hincapié en la necesidad de que se implante una reforma «en profundidad del sistema judicial». Esta reforma es «imprescindible y cada vez más urgente», opinó el presidente del CGPJ, quien apuntó que mientras ésta llega, son muchas las cuestiones organizativas y de funcionamiento en las que los distintos decanos tienen «una gran responsabilidad».