Los grupos de la oposición de izquierdas en el Ayuntamiento de Málaga: PSOE, Málaga Ahora e IU Málaga para la Gente no van a abandonar la campaña política para lograr la celebración de una consulta sobre los suelos de Repsol, pese a la decisión del equipo de gobierno de rechazar dicha consulta por su «inviabilidad jurídica» y disolver el pasado lunes la mesa ciudadana que debía encargarse de su preparación.

A tal efecto, los tres grupos volverán a la carga en el pleno de octubre (retrasado al 2 y 3 de noviembre) y presentarán una moción conjunta en la que, tras criticar la decisión «unilateral» del equipo de gobierno de disolver la mesa ciudadana por la consulta, plantearán dos puntos a aprobar: convocar de nuevo la mesa de trabajo ciudadana «en el menor tiempo posible» y, como segundo punto, «censurar» al alcalde por «disolver unilateralmente» la citada mesa.

La propuesta se fraguó en la mañana de ayer y la iniciativa se presentará como moción de urgencia de las tres formaciones firmantes. El éxito de la misma y su aprobación en el pleno dependerá de la decisión que sobre la misma adopte el grupo Ciudadanos.

El grupo naranja no ha firmado la propuesta pues ya tenía agotado el número de iniciativas a presentar en la sesión plenaria y no podía implicarse en ninguna más. No obstante, el resto de los grupos espera que Ciudadanos apoye finalmente con sus votos dicha propuesta.

Con la idea de lograr la adhesión del grupo que lidera Juan Cassá, la moción está planteada en términos básicos, pidiendo la convocatoria de la mesa, sin entrar en la polémica de los argumentos jurídicos alegados por las partes en los últimos días.

En la reunión del pasado lunes, el concejal de Participación Ciudadana, Julio Andrade explicó que la consulta «es inviable jurídicamente», según los informes presentados por varias áreas municipales y según se desprende de la nueva Ley de Procedimiento Administrativo Común que la ha hecho desaparecer de su articulado.