La fecha de terminación del metro de Málaga vuelve a estar en cuestión. La previsión de que todos los tramos pendientes estén en servicio en el verano de 2018 va camino de incumplirse. El Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía autorizó ayer la contratación de las obras para terminar el tramo Renfe-Guadalmedina, clave para llegar a la Alameda. Sin embargo, el plazo previsto para esta obra es de 22 meses y difícilmente podrán iniciarse antes de abril de 2017. Las cuentas no salen.

La autorización del Consejo de Gobierno da vía libre a la Consejería de Fomento a iniciar la contratación de las obras para terminar el tramo Renfe-Guadalmedina, que conecta la actual red de metro con el tramo ya en obras bajo la Alameda. El presupuesto rondará los 24,7 millones de euros y hasta que no se ejecute el metro no podrá llegar al Centro. De hecho, da igual cuánto se adelante en las obras bajo la Alameda, ya que necesitan de ese tramo para enlazar con el resto de la infraestructura.

Los trámites previos a la autorización del Consejo de Gobierno explican el retraso acumulado de otros cinco meses sobre la fecha en que iba a pasar por el consejo. Desde que saltó el caso de los ERE la administración autonómica ha reforzado el control de los expedientes, pero a costa de ralentizar el proceso administrativo.

A partir de ahora se abre un plazo para publicar el anuncio del concurso en los boletines oficiales, incluidos el de la UE, algo que se podría realizar en unos quince días. Tras ese trámite comienzan a correr los plazos para la adjudicación, con 52 días de plazo para presentar las ofertas. Con estos plazos nos situamos a mediados de enero, que es cuando se estudiarán las ofertas y se adjudicará la obra. Así, los trabajos, que generarán 372 empleos, no empezarán antes de abril, contando a partir de entonces 22 meses de plazo para su ejecución, con la salvedad de que alguna oferta rebaje en algunos meses este plazo.

No obstante, y vista la experiencia en este tramo, cuyas obras comenzaron en enero de 2010 con un plazo de ejecución de 13 meses, es difícil aventurar un cumplimiento estricto de los plazos. La existencia de importantes restos arqueológicos en el entorno de la plaza de Albert Camus bloquearon la obra durante meses, disparando los costes de los 47 millones de euros a los 60 millones acordados con la anterior adjudicataria, la Constructora Ortiz, que finalmente abandonó al considerar que debía incrementarse esta cantidad.

El nuevo contrato permitirá acometer las obras que faltan tras la rescisión del contrato con la Constructora Ortiz y que suponen el 35% del tramo de 745 metros de túnel. Básicamente es la estación Guadalmedina (en el principio de la calle Armengual de la Mota) y la continuación del túnel desde la plaza Albert Camus hasta el puente de Tetuán. Además se debe rematar el resto del túnel ya construido bajo Callejones del Perchel y la obra para proteger el tramo de muralla nazarí bajo el que discurre.

Este trazado enlaza con la obra del túnel bajo la Alameda, que comienza en el puente de Tetuán, para cruzar bajo el Guadalmedina y avanzar bajo la Alameda hasta la altura de Atarazanas, última estación del metro.