La lluvia sigue sin llegar a Málaga y la provincia se ve abocada a un nuevo periodo de escasez, que además se está agravando en estos últimos meses. Así lo ha admitido la Junta de Andalucía, cuyo consejero de Medio Ambiente, José Fiscal, presentó ayer en el Consejo de Gobierno un informe sobre la situación hídrica de la comunidad, que señala que la probabilidad de que la sequía sea permanente en Málaga es alta.

Según los últimos datos de los que dispone la Consejería de Medio Ambiente, que ha creado un nuevo sistema para vigilar la evolución de la sequía, el estado de Málaga se clasifica de alta permanencia, es decir, que su tendencia a seguir con problemas de agua está por encima del 66%. Según explicó Fiscal, que informó de que el informe de octubre confirma un empeoramiento en comarcas como las del Levante almeriense o el Norte y Centro de Granada. A estas zonas, con probabilidad alta de permanencia de la sequía, empiezan a sumarse también, de forma más moderada, las de Málaga y Este y Sur de Jaén. «En el análisis espacial del estado de la vegetación se observa que todas las provincias se encuentran en una situación peor que la media de la serie histórica (2002-2016). Jaén, Málaga, Cádiz, Granada y, sobre todo, Almería, son las más afectadas por el decaimiento de la vegetación», informó la Junta.

La provincia de Málaga ya se encuentra en buena parte de su territorio en situación de prealerta de sequía, un estado que afecta desde el verano a la comarca de la Axarquía y al sistema de embalses del Guadalhorce. Los pantanos malagueños, que siguen sin recibir la esperada lluvia para recargar su caudal, se encuentran al 37,9% de su capacidad, con el de la Viñuela al 32% y el de la Concepción como el que tiene mejor registros, si bien está apenas al 50%.

De seguir la situación por debajo de los mínimos históricos la declaración de sequía podría llegar en el mes de febrero.

El pasado octubre, el déficit pluviométrico fue alto o muy alto en prácticamente toda la provincia, con precipitaciones un 50% por debajo de la media histórica.

Según el índice de sequía pluviométrica, las zonas más afectadas son Málaga y el Valle del Guadalhorce, la Axarquía y puntos de la comarca Norte y la Serranía de Ronda, con una sequía de moderada a severa.

La Delegación del Gobierno andaluz en Málaga acogió ayer precisamente una reunión de las distintas administraciones implicadas en las obras del trasvase del pantano de Iznájar a la zona norte de Antequera. Con esta infraestructura se abastecerá a alrededor de 80.000 habitantes.

Para los plazos administrativos se han propuesto como máximo un año, según indicó el delegado del Gobierno andaluz, José Luis Ruiz Espejo, ya que «unas obras de esta envergadura pueden acarrear muchos problemas», por tanto, podría aumentarse la duración de la construcción de estas infraestructuras. A pesar de que tienen hasta 2022 como prórroga para acabar este proceso, no quieren agotar este tiempo.

El director general de Planificación y Gestión del Dominio Público Hidráulico de la Junta, Juan María Serrato, estima que alrededor de 50 millones de euros serán necesarios para cubrir esta obra, presupuesto que incluye el coste de expropiación.

Además, afirmó que «si el Gobierno de España no financia la obra ni la declara de interés general tiene muchas dificultades de salir adelante». Aun así, la Junta de Andalucía está dispuesta a colaborar con un presupuesto de unos 15 millones de euros», afirmó Juan María Serrato.

En la reunión se abarcaron temas relacionados con los presupuestos, la implicación de la Junta de Andalucía, así como la necesidad de crear un ente municipal que, una vez realizada la infraestructura, se encargue de realizar las gestiones pertinentes.