El amor digital no se entiende sin el télefono móvil. Y el amor en este dispositivo es así:

El 98% de los niños entre 10 y 14 años tiene un móvil.

- La edad en la que los niños y jóvenes acceden a los smartphones, es decir, a las redes sociales; es cada vez más temprana en España.

- En 2015, un 98% de los jóvenes de 10 a 14 años contaba ya con un télefono de última generación con conexión a internet, según el estudio de Ditrendia «Mobile en España y en el Mundo 2016».

- Los usuarios entre 18 y 34 años dedican 29,6 horas al mes a las redes sociales, mientras que el tiempo en mayores de 55 se reduce a algo más de 18 horas.

Instagram está lleno de caras.

La pedagoga y sexóloga Soraya Calvo analizó 20.000 publicaciones en perfiles de Instagram, gracias a una aplicación creada con un compañero informático para monitorearlas.

- De media al mes, cada joven hace siete publicaciones en su perfil personal.

- Más de la mitad de estas imágenes muestran las caras y éstas son, a su vez, las fotografías que más «Me gusta» reciben.

Ellas ponen morritos y ellos enseñan «tableta».

- En cuanto a los «selfies», vieron que las chicas compartían imágenes que se localizaban en las zonas de cara, cuello y pecho y en primer plano, con cierta pose pícara y tímida, mientras que sus cuerpos simulan un modelaje.

- En cambio, las de los chicos se centran en el pecho y la zona del abdomen. Muetran «tableta».

- Eso porque ellas imitan a referentes como Kim Kardashian y ellos se quedan con Cristiano Ronaldo.

Muestra de parejas.

- Más de 3.000 de todas esas fotografías son imágenes de parejas en las que a ambos se les ve la cara.

- Algunas son fotos familiares o de amigos, frente a otras más sentimentales.

- Entre las heterosexuales, quienes muestran a su pareja en las redes sociales lo hacen con afecto: se comparten fotografías de abrazos, besos, entre otros.

- En menor medida encontraron ejemplos de representación simbólica: emoticonos o frases que emulaban a algún momento o significado especial para ellos.

- Incluso alguno se basaba en un futuro idealizado de la pareja ya como adultos.

«Quiero», la palabra más repetida.

La aplicación recogió cerca de 22.000 referencias, siendo el siguiente resultado:

- La palabra más repetida en las publicaciones de Instagram que acompañaban a las fotos era «quiero».

- También se repetían bastante palabras como «todo» (1.200 veces). «siempre» (850 veces), «vida» (más de 700 veces), o «gracias» (600 veces).

- Asimismo aparecen otras expresiones de amor: el «Te Quiero» tradicional o sus nuevas versiones: «TQ», «TK» y «Te Kiero».

Muchos «me gusta» en Instagram y menos comentarios.

Según la aplicación:

- En cada publicación de Instagram hay una media de 0,75 comentarios y casi 154 «me gusta».

- Los «me gusta» son un indicador de popularidad y el estatus social de los perfiles de los jóvenes. Suponen motivaciones esenciales para ellos y están relacionados con la autoestima y la pertenencia a un grupo social.

- Estos «Me gusta» no significan que les gusten los contenidos, sino la propia persona. Es un «me gusta tú».

La privacidad y la intimidad ya no significan lo mismo.

Con la llegada de las TIC, la intImidad y la privacidad ya no son lo que eran.

- Las personas que comparten sus fotografías de vacaciones, en el cumpleaños o con los amigos de fiesta se convierten en personajes públicos.

- Están acostumbrados a ver este tipo de fotografías en sus referentes socioculturales. Por ejemplo, los famosos Kim Kardashian y Cristiano Ronaldo anteriormente mencionados.

- Les sirve para expresar lo que sienten: los sentimientos que tienen sobre la gente que queiren, se muestran como una persona que ama o es amada, se pueden sentir atractivos y los demás lo afirmen.

El sexting, una actividad sexual.

El sexting es una práctica muy extendida entre los jóvenes.

- Consiste en mandar imágenes con contenido erótico a través de medios digitales. Soraya Calvo lamenta que se confunda con el acoso o la extorsión ya que, aunque la mayoría de estas imágenes quedan en la intimidad, siempre se conocen los ejemplos de sexting mal gestionado.

- Los profesores con los que habló creían que los jóvenes cometían errores a la hora de practicarlo, mientras que los adolescentes hay una variable de género clara: ellas se exponen más enviando un mayor número de fotografías y, en el caso de que se utilicen en su contra, el debate se centran en ellas.

El móvil como elemento mediador y remediador.

- La socióloga Amparo Lasen habla de este concepto al convertirse el Smartphone en un hilo conductor hacia una nueva situación sentimental.

- En un proyecto liderado por Elena Casado, donde tambíen participaba Antonio Agustín García (todos ellos conforman el grupo de investigación «Sociología ordinaria») vieron la relación de numerosas parejas heterosexuales madrileñas comprendidas entre los 25 y 45 años.

- Estas parejas hacían, con nuevos medios, cosas que antes se hacían por medios antiguos (ya no se mandan cartas pero se envían mensajes).

- También vieron que los móviles pueden ser el remedio para sentirse acompañados cuando están lejos. O para mandarse mensajes de cariño.

- «A veces les servía de remedio para una parte pero no para la otra», explica Losada. Por ejemplo, hay personas que, para que sus parejas sepan que les están siendo infieles, dejaban el móvil a la vista para que les descubriesen. O decían por telefóno lo que no se atrevían a decir en persona». El móvil se podía convertir en un modo de discursión, pero tambíen de reconciliación.

Intimidad a tiempo completo.

- Las parejas sentían que estaban conectadas todo el rato, pero tambien podían desembocar en formas de control.

- «Las mujeres casi nunca planteaban límites a esa accesibilidad, porque lo tomaban como muestra de cariño. Los hombres sí que ponían límites porque lo sentían como ataques a la autonomía, sobre todo si gente del trabajo lo sabía», explica la socióloga Sandra Losada.

On-line y off-line.

Ver la pareja está desconectada puede desembocar en inseguridades. La psicóloga y socióloga Turkle detecta una relación entre la desconexión tecnológica de una persona con el sentimiento de lejanía de su pareja.

- También pasa al contrario, cuando está «en línea» la persona siente de forma ficticia una sensación de conexión emocional (que se debe a esta conexión tecnológica».

Las chicas tambíen son más acosadas.

- Está claro que los adolescentes utilizan mucho las redes sociales y el móvil cuando tienen pareja. El problema es que a veces tambñien lo hacen cuando rompen.

- «Hay chicos que cuando los dejan acosan a la expareja o suben sus fotografías. Aunque tambíen puede ocurrir al revés, la vulnerabilidad de la imagen de la mujer en las redes sociales no es la misma que la del hombre», apunta la Losada.

- Los estudios realizados por la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género entre los años 2012 y 2013 relevaron que los estereotipos tradicionales siguen existiendo en las relaciones entre hombres y mujeres y se proyectan en internet y las redes sociales. Esto demuestra que los tiempos sí han cambiado, pero no el amor.