Un clic y comienza el vídeo. Todos esperan que salga Esther, malagueña de 19 años y estudiante de Comunicación Audiovisual, pero lo que aparece es un anuncio. La nueva película de animación de una conocida productora americana obliga al visitante a pararse unos segundos frente a la pantalla. Otro clic y llega ella. «¡Hola! Buenos días, buenas tardes o buenas noches». Esther Cañas Arcos comienza a explicar su rutina diaria para ir a la Universidad.

Su habitación podría ser como la de cualquier chico o chica de su edad, sin embargo, a través del agujero que supone Youtube, miles de personas saben cómo es su escritorio o qué es lo que hay sobre su cama. Con 175.275 suscriptores y más de 10 millones de visualizaciones. Esther o Atrapatusueño, tal y como la conocen sus seguidores es youtuber. «Lo considero un oficio, el proceso de hacer una colaboración con una marca es elaborado y trabajoso y editar vídeos profesionalmente no es tarea fácil», comenta. Y añade que no le gustaría dedicarse únicamente a ello. «No quiero cerrarme en este ámbito, me encantaría trabajar en publicidad y en organización de eventos».

Su vídeo, en el que se sumaba al reto de comer por un euro al día durante una semana, suma casi tres millones de clics y aquel otro en el que está siete días en silla de ruedas alcanza casi las 700.000 visualizaciones. Esther gana dinero a gracias a Youtube y a las marcas comerciales que quieren colaborar con ella. Pero, como en la mayoría de los casos, no todo comenzó con el propósito de recibir ingresos.

Empezó por curiosidad. Ana Ortiz quería saber cómo era estar dentro de la pantalla. Su curiosidad la llevó a abrir un canal, AnitaBtwice, que hoy supera los 9 millones de visualizaciones. «Alrededor del año 2011 comencé a ver vídeos de algunas youtubers que comenzaban en este mundillo, las veía en casa hablando sobre diferentes temas de una forma muy relajada y eso me gustaba mucho», confiesa.

AnitaBtwice se emocionaba cada vez que un nuevo suscriptor se unía a su espacio. Sin embargo, las críticas no le sentaban demasiado bien hasta que el paso de los años, las visualizaciones y los suscriptores le hicieron ver el mundo online desde otra perspectiva. «Ahora pienso que, con tantas visitas, lo complicado es gustarle a todo el mundo».

Ana Ortiz tiene 23 años y es community manager. Aunque no piensa dedicarse profesionalmente al mundo de Youtube recibe, cada cierto tiempo, una compensación económica que es proporcional a los clics que tienen sus vídeos.

Sube contenidos cada mes y aunque para ella es un hobby, la malagueña considera que ser youtuber sí que es un oficio. «Actualmente, ser youtuber sí es una profesión porque puede llegar a ser un trabajo al que dedicarle 8 horas diarias o incluso más. Mi entorno, la verdad, es que sí que lo entiende porque me rodeo de personas muy acostumbradas a las nuevas tecnologías», confiesa, aunque hay aspectos de la red social que no le convencen.

«Youtube debería ser más justo. Desde hace tiempo notamos que solo da importancia a los canales que ya tienen muchas visitas e ignora un poco a los que están empezando. El rollo mafia sigue existiendo, y eso continúa sin gustarme, pero no va a desaparecer ni se puede cambiar puesto que no surge en la plataforma como tal, sino en la actitud de algunos youtubers».

Crecimiento profesional. El anuncio de un perfume antecede al vídeo al que se suma una visita más. 12.293 visualizaciones es la cifra que aparece justo debajo del título: «20 cosas de mí que no sabéis». Y ahí está Jenny Reyes. Por detrás se pueden ver bolsos, chaquetas y hasta collares. Durante los primeros segundos del vídeo, la joven malagueña explica que le gustaría operarse la nariz, que nunca ha pasado una noche con alguien desconocido o que cuando era pequeña no sabía pronunciar la «r».

No hay duda de que Youtube es una plataforma donde pueden ver vídeos cientos de miles de personas. Por eso, algunos de los creadores de contenido online aprovechan las visitas a su canal para dar a conocer lo que saben hacer y, por supuesto, qué es lo que más les gusta. Este es el caso de Jenny, una malagueña de 29 años, aunque la mayoría de sus seguidores la conocen como JennyMufe.

Con 70.065 suscriptores y 12.381.767 visualizaciones, la joven comenzó a hacer vídeos en 2009, cuando solo tenía 21 años. Comenta que, poco a poco, ha ido madurando y cambiando el tono de sus publicaciones. Recibe ingresos por parte de la red social pero también a través de diversas marcas que deciden colaborar con ella.

Hoy, Jenny Reyes puede presumir de tener su propia tienda de complementos y aunque al principio le costó, ahora es capaz de asumirlo: ser youtuber es un trabajo. «Siempre me he negado a tomármelo como un trabajo pero realmente lo es, empece por hobby pero en el momento que empresas comerciales se interesan por ti, comienzas a trabajar», afirma. JennyMufe dedica los fines de semana a grabar sus vídeos, editarlos y subirlos.

«Considero que hoy en día, Youtube es como una televisión donde cada persona puede elegir qué ver en cualquier momento», dice. Y en eso trabaja ella. Su próximo reto es llegar a los 100.000 suscriptores y amenaza con no parar hasta conseguir su propósito.

«Un largo camino». Andros De Lopo fue el primer youtuber de 16 años en conseguir 100.000 suscriptores. Dos años después, su canal MrAndrosLb tiene 432.253 y acumula casi 42 millones de visualizaciones. Con 18 años, Andros está a punto de comenzar un proyecto con Telecinco y Mitele.es, al tiempo que empezará a incluir otro tipo de vídeos en su canal. Mientras, prepara también las oposiciones para ser policía.

Aunque no se arrepiente de ninguno de los contenidos que ha subido a la web, el tiempo le ha llevado a pensar mucho más las bromas y retos que hoy llenan su pequeño rincón en Youtube. «Con 15 años empecé a subir vídeos. Mis padres al principio decían que no iba a llegar a los suscriptores necesarios y y al final llegué y con una edad en la que no había llegado nadie», comenta.

Youtube le ha ayudado a crecer. «Con 16 años ya ganaba un dinero y eso me hizo madurar. También he conocido gente de otras edades, he hablado con periódicos y televisiones», comenta. Y a su corta edad parece que tiene claro que es youtuber aunque el camino ha sido arduo. «Todos los miércoles subía una broma pero luego me saturé tanto que me cansé y dejé de subir vídeos». Confiesa que incluso pensó en dedicarse a estudiar. «No sé cuánto más puede durar esto. Ahora con las cosas que me han salido podría dejar los estudios y vivir de ello pero no es lo que prefiero», explica.

Las complicaciones técnicas que lleva hacer vídeos de cámara oculta le obligaban a dedicar hasta cuatro jornadas de trabajo para un contenido que dura poco más de un dos minutos.«Aparta» fue el vídeo que marcó un punto de inflexión en su carrera profesional. Andros De Lopo aparece en diferentes puntos de la geografía malagueña y pide a aquellos que se cruzan en su camino que se echen a un lado. La grabación ha provocado las risas de casi dos millones de personas. «Ese vídeo tiene cuatro días de grabación y muchas horas tirado en la calle cargando una cámara», argumenta.

«El primer Vinestar español». Juan Alberto Benítez, más conocido como Tumamametoca comenzó a hacerse conocido a través la casi desaparecida red social Vine. Se unió a Youtube a finales del año 2013. Aunque sus primeros vídeos son una recopilación de sus vines, es cierto que poco a poco fue cambiando un contenido que solo busca divertir a la gente que sigue su canal. Relatos personales, 50 cosas sobre él y opiniones personales disfrazadas de humor completan el canal del malagueño.

Menos de un minuto de vídeo y más de 200.000 visualizaciones conforman el espacio dentro de la red social que hoy suma cifras casi millonarias. 508.819 suscriptores y más de 48 millones de visitas son solo una muestra. La parodia del conocido movimiento First Kiss, en la que varios desconocidos se daban su primer beso, o la del grupo Gemeliers en Pasapalabra, marcaron un punto y aparte. Ambas grabaciones suman más de un millón de visualizaciones, lo que hizo que algunas marcas comerciales se fijaran en él y comenzara a percibir algunos ingresos.

Tal y como señalaban algunos de sus compañeros, Youtube es una tele online y ellos, personajes públicos. Eso lo sabe bien Tumamametoca, cuyos contenidos han sido criticados en numerosas ocasiones. El personaje que oculta a la persona. Sin embargo, Juan Alberto Benítez también quiso aprovechar su importancia en redes sociales para apoyar algunas causas, entre ellas el «Reto un millón» del marbellí Pablo Raéz para conseguir un millón de donaciones de médula en España.

Un agujero por el que mirar la intimidad de una habitación o a través del cuál echar un vistazo a la vida de otra persona. Sus vídeos arrasan en la web y de eso se aprovechan los que quieren contar algunos detalles de su vida. Los youtubers malagueños tienen trabajo.

AtrapatusueñoEsther, 19 años. Málaga. Canal: Atrapatusueño

«Mi primer vídeo lo subí en 2012, empecé un canal con unos amigos haciendo tonterías y me di cuenta que yo tenía muchas más ganas de seguir generando contenido así que abrí mi canal aparte. Siempre he sido muy buena dando consejos y ese es mi objetivo en el canal».

JennyMufeJenny, 29 años. Málaga. Canal: JennyMufe

«Mi primer vídeo lo subí en octubre del 2009 y mi objetivo era compartir lo que me gustaba, que era el maquillaje y la belleza. Me encanta entrar a mi canal y ver cómo íbamos creciendo. Leer los comentarios y las críticas al principio me costo pero luego entendí que es algo más de mi canal. Ahora, trabajo para conseguir superar los 100.000 suscriptores. Me marco metas y no paro».

AnitaBtwiceAna Ortiz, 23 años. Málaga. Canal: AnitaBtwice

«Digamos que dedico unas cinco horas mensuales aproximadamente a mi canal sin contar los días que grabo, que en ese caso puedo estar 3-4 horas dedicadas a cada vídeo. A mis redes sociales les hago muchísimo más caso. Tengo siempre abiertos mis perfiles en el ordenador porque me dedico a gestionar perfiles de empresas y siempre tengo pestañas mías abiertas para ir viendo las interacciones».

MrAndroslb Andros De Lopo, 18 años. Málaga. Canal: MrAndroslb

«Yo subía mis videos todos los miércoles. Los jueves pensaba la idea y los fines de semana grababa el contenido. Los lunes y martes editaba y el miércoles volvía a añadir un vídeo. Todo esto mientras iba al instituto. También tienes que estar atento a las redes sociales y subir fotos, además de tener mucho cuidado con lo que haces en tu día a día».

TumamametocaJuan Alberto Benítez, Málaga. Canal: Tumamametoca.

Comenzó a hacer vídeos de pocos segundos de duración en el que parodiaba diversos momentos de la vida diaria. Ahora, con más de 48 millones de visualizaciones, Juan Alberto Benítez colabora con algunas marcas comerciales.