La firma Aceites Málaga, dedicada al envasado y la comercialización de aceites de oliva, girasol y semillas tanto bajo marca propia como con marca blanca, ha cerrado la compra de la antigua plataforma logística de la cadena Supersol situada en el polígono del Guadalhorce, que tiene una superficie de 8.600 metros cuadrados construidos sobre una parcela total de 15.000 metros. La empresa, que actualmente ocupa una nave de 4.200 metros en El Viso, espera tener ya instalado para enero o febrero el departamento de logística en su nueva sede y completar el proceso a mitad de 2017 con el traslado de su planta de embotellamiento.

La compañía se plantea aprovechar nuevas instalaciones, mucho más amplias, para elevar en los próximos cuatro años hasta un 50% su volumen de producción, pasando de los actuales 17 millones de litros de aceite envasado al año a cerca de 25, según explicó ayer a este periódico el gerente de Aceites Málaga, Antonio Francisco Pérez. La firma cerrará el año 2016 con 27,5 millones de euros de facturación, un 10% más que el pasado ejercicio. La idea es que este volumen de ventas crezca en la misma proporción que la producción, aunque eso dependerá también de cómo evolucione el precio de mercado.

La empresa, constituida en 1968 por Francisco Pérez Godoy a partir de una pequeña tienda de venta de aceite y posteriormente de una envasadora y en 1992, con la segunda generación familiar ya incorporada dio un importante salto con la modernización de instalaciones y la introducción de nuevas gamas de aceites para poder atender a la demanda creciente de los clientes. La firma, que nació en la calle Andalucía y a finales de los 80 se trasladó al polígono de El Viso donde ha ocupado hasta ahora varios emplazamientos. El 75% del aceite envasado por la firma es de girasol y el otro 25%, de oliva.

«En los últimos cinco años prácticamente hemos doblado la producción y queremos seguir creciendo», comenta Antonio Francisco Pérez. La empresa tiene un plan de inversión de siete millones de euros para los próximos cuatro años donde se incluye tanto la compra de la nueva sede como el desembolso que irá haciendo para la adquisición de nueva maquinaria. Con una plantilla de unas 40 personas (se espera llegar a 50 en 2017), Aceites Málaga compra al aceite a diferentes almazaras de la provincia y del resto de Andalucía El 80% del aceite que envasa se destina al mercado nacional, principalmente a mayoristas del sector de la hostelería aunque también se surte con marcas propias como La Flor de Málaga y Dalysol a cadenas de alimentación como Maskom o Carrefour. El otro 15% es para exportación, un porcentaje que viene aumentado en los últimos años y que Aceites Málaga espera seguir incrementando en un futuro. «Estamos exportando ya a 18 países, entre ellos Irlanda, Noruega, Alemania, Portugal, Francia, Gambia, Singapur o China (hace poco se estuvo precisamente en la feria FCH de este país asiático). Ahora estamos comenzando a mandar también producto a Canadá», dice el gerente de Aceites Málaga.

La empresa ha tratado también en los últimos tiempos de innovar mediante la elaboración de aceite de oliva virgen extra con diferentes aromas. Así, los hay de sabor a naranja, trufa negra y blanca, ajo, guindilla, ahumado, orégano, romero, albahaca y chocoavellana. También cuenta con un aceite con gránulos de oro que se presentó a inicios de año en la feria Gulfood en Dubai. Para 2017 hay nuevos proyectos: la comercialización de aceites de nuez, aguacate y pepita de uva para la exportación, además de confeccionar aceites de girasol especiales de freír para hostelería que tengan un mayor rendimiento en el proceso de fritura.