­Los vecinos del Centro de Málaga escenificaron ayer su hartazgo ante lo que consideran el incumplimiento general de las ordenanzas municipales en el casco antiguo con la primera rueda de prensa conjunta de seis asociaciones y plataformas vecinales. En concreto, las asociaciones de vecinos Centro Antiguo; Plaza de la Merced; Málaga Centro; Victoriana de Capuchinos y de la Fuente; la asociación de vecinos y comerciantes Andrés Pérez y la plataforma de residentes El Centro también Vive, que se dieron cita en La Casa del Cardenal, en la calle Andrés Pérez.

La presidenta vecinal del Centro Antiguo, Ester Ramírez, denunció «el incumplimiento sistemático de las normativas» en materia de contaminación acústica, ocupación de vía pública, accesibilidad y proliferación de eventos, sin olvidar que «todos los fines de semana sufrimos cortes de tráfico».

Ester Ramírez abogó por un centro «habitable, con una hostelería de calidad» y subrayó que los vecinos «no estamos en contra de la hostelería, sino a favor, pero de una hostelería competente, sostenible, respetuosa y dentro de la legalidad, que nos ampara a los vecinos».

Por este motivo, reclamó al alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, «que haga cumplir la ley». La presidenta vecinal remachó que los vecinos del Centro «hemos llegado a la conclusión de que este problema no se ataja porque lo que se está haciendo no se hace bien y quien tiene que tomar medidas y hacer cumplir las ordenanzas es el alcalde».

Además, anunció para este jueves, 1 de diciembre, a las 18.30 de la tarde, una reunión informativa con los vecinos en el salón de actos del distrito Centro, en el que entre otras cosas se estudiará si se toman «medidas legales» ante la grave situación por la contaminación acústica.

Por su parte, Antonio César, presidente vecinal de Málaga Centro, declaró a La Opinión que el propósito es «convertir el Centro en una gran taberna» y en declaraciones posteriores, ya en la rueda de prensa, lamentó que una ciudad como Málaga, «con el premio Reina Sofía de accesibilidad universal, sea hoy el principal enemigo de la accesibilidad», en referencia a la situación de los vecinos del casco antiguo, «que vivimos en una cárcel de pilonas para adentro».

El responsable vecinal subrayó que en el Centro de Málaga «no hay un solo metro cuadrado que cumpla las normas: ni la ley estatal que habla de itinerarios peatonales ni las ordenanzas de accesibilidad que las hizo este alcalde».

También recordó que cuando comenzaron a peatonalizarse las calles, «éramos 30.000 vecinos y ahora somos 4.942», por eso denunció que «existe una planificación para expulsar a los vecinos», al tiempo que criticó la sustitución en el Centro de plazas «para 100 coches», por «miles de motos».

También intervino Manuel Fernández, de la plataforma El Centro también vive, que quiso subrayar «rotundamente», que los vecinos del Centro «no estamos en contra de la hostelería, pues somos los primeros usuarios de las terrazas y estamos encantados de poder hacerlo, lo único que pedimos es que las terrazas cumplan la normativa establecida».

Además, hizo hincapié en que los habitantes del Centro conocen perfectamente el peaje que hay que pagar por vivir en él. «Todos asumimos los ruidos, las molestias, los inconvenientes, pero hasta un punto» y puso como ejemplo que se pueden entender las molestias por la Semana Santa y que eso suponga cortes de tráfico en esos días, «y otra cosa es que haya 15, 20, 25 fines de semana al año con cortes de tráfico por traslados y tronos».

Nueva federación. Otro de los intervinientes, Oscar Agudo, secretario de la asociación de vecinos Centro Antiguo, habló además como miembro de la junta directiva de la nueva Federación de Asociaciones Vecinales de Centros Históricos de Andalucía, constituida en Jerez el pasado fin de semana, y en la que participan 14 asociaciones de vecinos de los cascos antiguos de Málaga, Marbella, Sevilla, Cádiz, Jerez, El Puerto de Santa María, Jaén, Granada y Córdoba.

Óscar Angulo recordó que dos de los objetivos de esta nueva federación es instar a las administraciones públicas a que a corto, medio y largo plazo se recojan las «especificidades» de los centros históricos, con vistas a que exista una «compatibilidad real» entre las actividades residenciales, las comerciales y las de cualquier otro tipo.

Otro de los objetivos es fomentar el «patrimonio social» que en los centros históricos lo forman sus habitantes, entre otros aspectos.

Para la presidenta vecinal Ester Ramírez, que señaló que su asociación está en contacto con colectivos vecinales similares en Madrid, Barcelona y Pamplona, las características del Centro de Málaga «en estos momentos son diferentes al resto, porque lo que pasa aquí es muy grave».

«Por eso nos hemos visto en la necesidad de hacer esta llamada de atención al Ayuntamiento, porque creemos que debe tomar ya cartas en el asunto para evitar problemas mayores. Estamos unidos y vamos a una», recalcó.