­Con la provincia envuelta en un nuevo periodo de carencia de recursos hídricos, la Academia Malagueña de Ciencias ha querido ofrecer en un informe algunas consideraciones sobre las medidas que se deben tomar para atajar este problema. Así, la entidad asegura que aunque hay que abordar la necesidad de disponer de nuevos recursos, ello no se deber hacer «sin resaltar la idea de la necesidad de contener la demanda». Los académicos creen que hay que trasladar al ciudadano una «visión ética» del uso del agua, teniendo en cuenta que los recursos existentes son limitados, como ha puesto de manifiesto la falta de lluvias que viene sufriendo Málaga en los últimos años.

Ante esta situación, la Academia apuesta por mejorar la gestión de los recursos hídricos y el mantenimiento de las redes para que no se pierda agua. Al mismo tiempo, pide que se estudie la incorporación de nuevos recursos partiendo de las actuaciones contempladas en el anterior Plan Hidrológico y puntualiza que el uso de desaladoras de caudal marino para regadío «debería ser contemplado sólo como opción extrema o como emergencia», dado que requiere un alto consumo energético.

La Academia también pone el acento sobre la necesidad de extremar el control de los recursos especialmente en las cabeceras de la cuenta y pone el ejemplo de la comarca de Antequera, donde indican que el uso incontrolado del agua lleva a consumos de entre 715 y 900 litros por habitante y día. Entre los puntos que propone este organismo se encuentran realizar un estudio de las superficies de regadío con proyecciones de futuro para calcular las necesidades de agua, prever los incrementos de población teniendo en cuenta los recursos existentes, controlar la explotación abusiva de los acuíferos, estudiar el precio aplicable a los riegos con agua depurada, establecer planes de contingencia de sequía o forzar la constitución de comunidades de usuarios.