El obispo de la diócesis de Málaga, Jesús Catalá, ha bendecido a primera hora de esta mañana el Belén de la Santa Iglesia Catedral, elaborado por la Asociación Belenista de Málaga la Alcazaba, y con la presencia de las principales autoridades de la ciudad: el alcalde, Francisco de la Torre, el subdelegado del Gobierno, Miguel Briones, y varios ediles de la corporación municipal. El Nacimiento, que este año es completamente nuevo, podrá visitarse desde hoy y hasta el 8 de enero en horario de 10.00 a 14.00 horas por la mañana y de 17.00 a 20.00 horas por la tarde.

Jesús Catalá ha esparcido agua bendita sobre los presentes y sobre el Belén y ha pedido a las familias, asociaciones, cofradías y otros colectivos que pongan su propio Belén en sus respectivas casas o sedes y ha solicitado también que todos los miembros de la familia participen en la elaboración del Misterio.

El Belén tiene forma de 'L' con lados desiguales. El más largo tiene diecinueve metros y el corto, nueve. La planta tiene cuatro metros de ancho, lo que supone una superficie de 96 metros cuadrados. En total, hay más de 500 figuras entre personajes y animales y las piezas pertenecen a reputados autores en la materia, Mayo, Oviedo, Ribes, Hermanos Cerrada, aunque también hay una importante aportación de figuras decoradas por los belenistas asociados. Los organizadores destacan las de los Reyes Magos, con una riqueza de matices a los que guían tres bellas figuras de mayo.

En el Nacimiento hay más de cuarenta edificaciones, en las que se ubican diferentes oficios tales como los de panadería, carpintería, cerrajería, etcétera. También pueden verse dos palacios, el de Herodes, formado por un conjunto de estancias interiores y exteriores amuebladas, y el del Faraón egipcio que preside las últimas escenas de "El descanso en la huida a Egipto", tras "la Huida a Egipto".

El Belén comienza con la escena de la Anunciación a María y sigue con "El sueño de San José". El portal está enmarcado en una gruta de considerables dimensiones con salida al fondo para visualizar el poblado que lo enmarcan, calles que discurren con un antiguo alcantarillado a la manera árabe (calle de la Alcazaba). Hay arcos y semiarcos, huertos, caminos, puestos en la calle que venden cestos, comida, babuchas, etcétera.

Los belenistas también han incluido pozos, fuentes y un río que transcurre por una detallada reproducción del Tajo de Ronda, que puede verse en la escena "Anunciaron a los pastores", donde también hay una gruta con una tienda de quesos de todas las maduraciones. Tampoco se ha quedado atrás la iluminación: pueden verse luces en las casas, con bombillas interiores, antorchas y fuegos, todas ellas con diferentes colores. Asimismo, puede comprobarse la existencia de un puerto en el que un barco transporta animales salvajes, montañas, huertos y valles, detalles geográficos que en un abrazo de corcho y talento enmarca este trabajo.

Carlos Pérez, uno de los participantes -hay más de sesenta-, afirma que "un belenista nunca repite un Belén de un año para otro", y su compañero Francisco Sánchez insiste en que es todo nuevo, y que se lleva trabajando desde mayo, incluidos los fines de semana, para pintar las figuras o hacer las casas, por ejemplo. "Yo ya con cinco o seis años hacía belenes con los pastores que vendían los traperos, de piedra natural", explica Sánchez.

Juan García, otro de los miembros de la asociación, insinúa alguno de los secretos de tan bella composición: "Busca un pájaro bebiendo en la fuente y dos lagartijas, o, en la posada, las puertas tienen cerrojo y pestillo". Algunos han afirmado que este Nacimiento ha necesitado de una elaboración de más de mil horas de trabajo, con figuras de muy destacados artesanos.

Juan Ignacio Valle indica que hay muy poco material reciclado del año anterior, sólo las montañas.

El obispo, antes de bendecir el Nacimiento, ha llamado la atención de los cristianos para que en sus balcones pongan balderolas, estampas con el Niño o una luz encendida para conmemorar la llegada al mundo de Jesús. Catalá ha llegado a la zona en la que se encuentra el Belén en procesión tras la misa mientras que el violinista Pepe Serna amenizaba el acto con el villancico Noche de Paz.

La tradición belenista nace de San Francisco de Asís, que fue el primero en hacerlo en 1223 con el fin de difundir el mensaje del cristianismo. Lo hizo en su última Navidad, ya enfermo.