Cuando Mafalda, el personaje dibujado por Quino, llamó a su tortuga Burocracia sería por algo. 15 meses lleva Josefa Montilla Ruiz, malagueña de 72 años, a la espera de que el Ayuntamiento de Málaga, y en concreto Gestrisam, el organismo que gestiona los tributos municipales, responda a la reclamación que presentó por el accidente que sufrió al salir de la sede de Gestrisam (antigua Tabacalera) el lunes 27 de julio de 2015 después de pagar unas contribuciones.

Acudió acompañada por Andrés Ruiz, su hijo y por su nuera, Remedios Muriano. «Yo iba delante de mi madre y pude esquivar la puerta pero ella no», recuerda Andrés, mientras que Remedios, que iba detrás, vio cómo a su suegra, «la puerta le pegó el golpe y la disparó contra un pilar. Se le salió el hombro derecho y le salió un moratón en el ojo, además de echar sangre por la nariz». Además, recuerda que, nada más verla tirada en el suelo, el guarda de seguridad acudió a auxiliarla y llamó a una ambulancia, que la trasladó al Hospital Clínico.

Allí comenzó el calvario de Josefa Montilla, porque como relata, le redujeron mal el hombro y creyendo que ya estaba en su sitio, le mandaron de vuelta a su casa, en el Cortijo del Conde, un diseminado de Campanillas. «Allí pasé diez días rabiando. He parido nueve hijos pero como eso, nada. No había chillado por ningún parto y ahora lo hacía por un brazo», sentencia.

Como el dolor no remitía, Josefa acudió al centro de salud de Barbarela. «Y cuando llegamos, le dijeron que el hombro no estaba reducido, se había pasado diez días rabiando, con la tensión que se le puso en 23, y como no pudieron colocárselo, le mandaron a urgencias al Clínico y ya allí se lo consiguieron reducir», comenta su nuera .

A Josefa Montilla se le presentó otro problema serio: hasta hace unos días no ha podido acudir a rehabilitación porque no le ponían ambulancia para ir al centro de salud de Huelin. «Yo gano 300 euros y mi marido 600, tenía que coger tres autobuses, ¿iba a poder pagarme eso?», razona. Ha sido al final, gracias a unas gestiones en Barbarela, que la ambulancia ya le recoge a diario en el diseminado. «Pero con todos estos meses sin rehabilitación, tengo menos movilidad en el brazo, no puedo levantarlo», lamenta.

Remedios critica que, 15 meses después del accidente, ni el Ayuntamiento ni Gestrisam se hayan hecho responsables del accidente. La familia de Josefa ha pedido las cintas de vídeo de ese día, «pero nos dicen que ya las han borrado», cuenta su hijo Andrés.

«Aquel día, en el momento del accidente, había mucha gente, estamos pidiendo testigos por las redes sociales», dice Remedios, que no puede entender la lentitud municipal. «Una máquina puede fallar en cualquier momento y aquel día falló», añade Remedios, que reclama una indemnización para su suegra.

Fuentes de Gestrisam informaron a este diario de que la lentitud se ha debido a que primero iba a tratar el accidente el Ayuntamiento pero luego trasladó el asunto a Gestrisam. «Se le va a responder con una resolución», subrayaron estas fuentes, que no precisaron si se indemnizará o no a Josefa Montilla.