La regulación de las terrazas en el Centro ha entrado en un estado de gran expectación. El texto de la nueva ordenanza de ocupación de la vía pública está paralizado desde hace meses a la espera de los informes jurídicos y técnicos que le permitan iniciar el trámite de aprobación.

Tras una compleja elaboración y consenso durante más de un año, el borrador se remitió a la Comisión de Ordenanzas para su revisión jurídica antes de su aprobación inicial. Desde entonces, no se ha podido avanzar en este proceso, a la espera de que se completen los informes de la Secretaría Municipal y la Asesoría Jurídica, necesarios para retomar el trámite.

Este parón coincide con un momento en que la pugna entre las asociaciones de vecinos y los hosteleros se mantiene muy viva en el Centro Histórico. La ocupación de la vía pública con las terrazas y el ruido generado se encuentran en el núcleo del conflicto. Los vecinos dieron el primer paso para movilizarse hace dos semanas, cuando denunciaron el incumplimiento de las normas y que iban a estudiar una denuncia por contaminación acústica. Hace dos jueves ya decidieron organizar la vía judicial, contactando con un abogado especializado y redactando la denuncia correspondiente por incumplimiento de la normativa.

De esta forma ponen además de manifiesto que el conflicto con con los hosteleros sigue muy actual. Éstos, por su lado, insisten en que quieren ya una ordenanza clara a la que acogerse, con idea de tener una seguridad jurídica mayor para sus negocios que, advierten, generan varios miles de puestos de trabajo y sostienen la oferta turística.

La ordenanza que estaba llamada a poner un poco de paz en este enfrentamiento, sin embargo, sigue sin poder avanzar en su tramitación. En febrero de este año se presentó el borrador, consensuado con colectivos de distinto tipo, con la idea de que se pudiera aprobar de forma definitiva para el verano. Sin embargo, el dictamen de la Comisión de Ordenanza se está demorando, lo que bloquea cualquier avance y ya condena a la ordenanza a que se apruebe y empiece a aplicar a lo largo de 2017. La propia concejala del Área para la Reactivación Económica, María del Mar Martín Rojo, reconocía que no quería poner plazos en tanto que dependía de una tramitación administrativa.

En todo caso, la aprobación de esta ordenanza y su aplicación todavía tiene que pasar un complejo proceso una vez que reciba los informes pendientes. Primero deberá adaptar su texto a las recomendaciones jurídicas, para enviar el borrador definitivo a su aprobación inicial en el pleno. A partir de ahí se iniciará un proceso de exposición pública y alegaciones que se antoja complejo, pese a que ha existido un amplio debate durante la redacción de la ordenanza.

Otro elemento a tener en cuenta a medio plazo es la reforma del Plan Especial de Protección y Reforma Interior (Pepri) del Centro, el instrumento de Urbanismo para la ordenación de este entorno que fue redactado hace 20 años y que ahora se quiere modernizar ante el cambio de realidad.

Aunque la redacción se ha acometido sin fecha clara de término, el concejal de Ordenación del Territorio, Francisco Pomares, recuerda que va a ir en la línea de estudiar cada calle y zona. La idea sería analizar sus peculiaridades y plantear medidas específicas para cada una, ya sea para frenar el monopolio hostelero de algunos puntos o fomentarlo en otros.