­En pleno proceso de edición de su libro, 'Caracterización y análisis de los riesgos naturales en el tratamiento urbanístico de regiones mediterráneas', el profesor de Geografía en la Universidad de Málaga Antonio Gallegos se aventura a establecer las causas de las inundaciones del pasado fin de semana y cita hasta 51 medidas de prevención para evitar que la provincia vuelva a vivir situaciones de caos como las de la pasada semana, con más de 800 incidencias y más de 200 litros por metro cuadrado en algunas zonas.

¿Por qué cree que sucedieron las inundaciones de la pasada semana?

Cuando llueve lo lógico es que el agua se filtre al suelo y circule subterráneamente, sin embargo, el pasado fin de semana se dieron tres características que hicieron que esto no ocurriera. La primera de ellas es que el suelo ya esté saturado de agua y eso ha ocurrido porque llevabámos una semana que llovía con cierta frecuencia. La segunda cirscunstancia fue la características de la lluvia porque si la lluvia es muy intensa al suelo no le da tiempo a filtrarla. La última de las cirscunstancias que dieron lugar a las inundaciones es el hecho de que el suelo esté impermeabilizado, esto es, si hay muchas construcciones el suelo no puede tragar el agua y se producen inundaciones. El pasado fin de semana se dieron las tres características y esto provocó que las inundaciones fueran más graves.

Estamos hablando de las peores inundaciones desde el año 1989, ¿qué diferencias hay entre ambas catástrofes?

Evidentemente, las inundaciones de este año han sido menos severas porque en 25 años hay mucho más conocimiento técnico y se saben hacer las cosas mejor, de hecho, en el 89 las consecuencias fueron mucho más graves que ahora. Por ejemplo, un avance fueron las obras que se hicieron en la desembocadura del Guadalhorce. Otra cosa es si se considera o no con esas obras eran necesarias o si hicieron daño al paraje natural. Por otro lado, también es cierto que en estos 25 años se ha urbanizado mucho la Costa de Sol, lo que ha generado problemas que antes no se hubieran generado. Tenemos la cara y la cruz.

¿Considera que, ante estas situaciones, lo más conveniente es la prevención?¿Antes, incluso, que las medidas que se lleven a cabo a partir de ahora?

La prevención es la manera más efectiva y también la más económica. Ya que se valora tanto lo económico, últimamente, la prevención es lo más conveniente.

Usted sostiene que las medidas de prevención supondrían un gasto bastante inferior al que cifran las localidades más afectadas. ¿Tiene un estimación de gasto de esas medidas de prevención?

Es difícil establecer una estimación del gasto porque dependería de las medidas que se lleven a cabo. Además, estaríamos hablando de otros órdenes de magnitudes. En la compensación, actualmente, estamos hablando de cientos de miles de euros, para estas medidas hablamos de decenas de miles de euros. Son magnitudes muy diferentes.

En su libro se recogen un total de 51 medidas para prevenir inundaciones, ¿cuáles cree que son las más vigentes?

Lo fundamental es hacer un plan específico de prevención para los municipios de la Costa del Sol y del Guadalhorce. Se trata de medidas genéricas por lo que a partir de ahí, habría que hacer un estudio en condiciones para saber cómo actuar. Otras medidas que ya se podrían empezar a hacer, porque son más lentas en su realización son: empezar a reforestar cabeceras de cuencas o informar a las personas que viven o trabajan en zonas inundables para que sepan el riesgo que corren.

¿En qué consistiría ese plan específico de prevención dentro de la provincia?

Normalmente, cuando se hacen estudios de inundaciones se aplica un modelo matemático y se hace un estudio de ingeniería. En este caso, habría que ir un poco más allá y hacer un estudio geográfico, que tenga en cuenta no solo cómo circula el agua sino también la características de la Geomorfología, de la vegetación, la vulnerabilidad de la gente que vive en las zonas inundables, etcétera. Es decir, habría que hacer un estudio más completo.

En este sentido, ¿cuáles son las características del litoral mediterráneo?

Ahora mismo, en toda España se estudian las inundaciones con unos mismos requisitos pero en el litoral mediterráneo las inundaciones se comportan de una forma muy diferente. Estas características son, por ejemplo, la torrencialidad que no se da en España o la gran pérdida de suelos que se produce en zonas mediterráneas, que hace que lo que circula no sea agua, sino un flujo de barro que hace más peligrosas las inundaciones.

Hablaba de informar a la población de que la zona en la que viven tiene mucho riesgo de

inundación. ¿Cree que las inundaciones se podrían evitar si no se construyera en zonas no urbanizables?

Este es el tema más conflictivo. Obviamente hay viviendas que están en zonas inundables y deberían estar fuera de ordenación y derruidas. Si no queremos hacer esto, habría que recurrir a otras medidas, por ejemplo, que las familias pagaran una póliza de seguros para que, en caso de inundaciones, la póliza se haga responsable de las pérdidas que tengan. También es cierto que no se puede pedir a la Administración que pague por algo que no su responsabilidad, porque las casas son ilegales.

¿Lo que aconseja, entonces, es que la Administración se encargue de informar a los vecinos que viven en esas casas del peligro que corren?

Si los vecinos saben que están en una zona de inundabilidad, se pueden prevenir muchos daños. Hoy en día, es posible decirles, incluso, con qué tipo de lluvia se les puede inundar sus casas o las naves industriales. Ahora mismo, las teorías matemáticas trabajan con lo que se llama «periodo de retorno», esto es, en función de un determinado número de lluvias se sabe hasta qué punto va a llegar el agua en algunas zonas. Por tanto, si se dan unas determinadas lluvias y sabemos que con esas lluvias se van a inundar un determinado número de casas, se podría informar previamente a los vecinos que corren riesgo.