­­La Confederación de Empresarios de Málaga (CEM) y el Colegio de Economistas de Málaga se mostraron ayer partidarios de una racionalización de horarios en la línea propuesta por el Gobierno, que aboga por la finalización de la jornada laboral de forma generalizada a las 18.00 horas, aunque recordaron que abordar una cuestión de este calado requiere también de la firma de un pacto de Estado y de un progresivo «cambio de cultura social», además de un cambio del huso horario. Tanto empresarios como economistas señalaron que unos horarios racionales «mejorarían la productividad» y admitieron que en el mundo de la empresa hay instalados «malos hábitos» que fomentan el «presentismo» en el puesto de trabajo y las largas jornadas laborales, sin que eso redunde en mejores resultados.

«La idea nos parece muy sensata. De hecho, la CEOE ya lleva un par de años estudiando la racionalización de horarios y ha tenido contactos con la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles (Arhoe), porque sabemos que mejoraría la productividad de las empresas y la conciliación de la vida laboral y familiar de los trabajadores. Pero es algo en lo que la administración tiene mucho que decir. Haría falta un acuerdo interministerial y un pacto de Estado que apoye todo esto», comentó el presidente de la CEM y de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), Javier González de Lara.

A su juicio, la incorporación de un jornada laboral como la planteada el lunes por la ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, requería también de un cambio del huso horario en España que nos adaptara más a los hábitos europeos y de una intensa interlocución entre los agentes sociales (empresarios y sindicatos) para estudiar la forma de llevarla a cada sector. «No es algo que se pueda poner en marcha de un año a otro. Si nos ponemos todos a trabajar en el mismo sentido, quizá podríamos ver un cambio en el plazo de una década», comentó.

Sectores

El presidente de la CEM reconoció que es más fácil comenzar a aplicar estos horarios en sectores como el industrial o el de oficinas y despachos aunque resultaría más complejo acordarlos en segmentos como el del comercio o la hostelería (ambos de gran incidencia en el caso de Málaga). «Lo importante sería iniciar un consenso. Luego se estudiaría qué sectores pueden ofrecer más dificultades y se buscaría la fórmula de adaptar los convenios colectivos si fuera necesario. También Francia e Italia son países turísticos y allí la jornada hasta las 18.00 horas está implantada», dijo.

Por su parte, el decano del Colegio de Economistas de Málaga, Juan Carlos Robles, se definió también a favor de una «racionalización» de horarios laborales, algo que en su opinión otorgaría «más productividad a las empresas y se traduciría en un mayor crecimiento en términos de PIB».

«Pienso que los empresarios van a ir concienciándose poco a poco de que una jornada donde se coma en una hora y se pueda salir a las cinco o a las seis es más rentable. También le vendría bien al comercio, porque la gente tendría más tiempo para ir a comprar», afirmó. Para Robles, una de las fórmulas para impulsar en un primer momento los horarios de este tipo podría ser el de los incentivos fiscales. «Las bonificaciones estarían justificadas en este caso, porque serían a cambio de una medida que, junto a otras que son también necesarias, propiciará una economía más eficiente. Ya se ha visto que trabajando más horas que la media europa no somos más productivos», recordó.

El decano admitió, eso sí, que hay sectores donde sería más sencillo aplicar estos horarios, frente a otros como la hostelería o el comercio con un engarce más complicado, «ya que ellos buscarían beneficiarse de ese adelanto del término de la jornada laboral para buscar mayores ventas».

Escepticismo sindical

La propuesta de Báñez fue acogida ayer, por contra, con mucho escepticismo por los sindicatos CCOO y UGT, que la consideraron «un brindis al sol» y la calificaron de «incoherente» y «frívola» teniendo en cuenta la política económica y laboral del Gobierno.

«Lo primero que tendría que hacer el PP es derogar la reforma laboral, que tanto ha contribuido a precarizar el empleo. Es evidente que en España hay un serio problema de falta de conciliación de vida laboral y familiar pero resulta incoherente hablar de racionalización de horarios cuando tenemos un mercado de alta precariedad, dominado por los contratos a tiempo parcial no voluntarios, por horas extra que no se contabilizan y por el recurso a falsos autónomos por parte de las empresas», señalaron la secretaria general de UGT en Málaga, Auxiliadora Jiménez, y su homólogo de CCOO, Antonio Herrera. Ambos reprocharon también a Báñez que lance estos postulados cuando el PP ha apoyado la liberalización de horarios comerciales. «¿A esos trabajadores no se les aplicaría?», se preguntaron.

Jiménez afirmó, por otro lado, que la posibilidad de regular estos horarios procede de la negociación colectiva y recordó que la reforma laboral ha contribuido a reforzar el poder de los empresarios en este ámbito. «En este contexto, la propuesta de la ministra es un brindis al sol», sostuvo. Herrera añadió que el planteamiento del Gobierno sobre los horarios de trabajo resulta «frívolo», si antes no se abordan otras claves como la diversificación del modelo productivo o no se pone coto a la actual coyuntura de bajos salarios.