La oferta de amarres en la comunidad andaluza es suficiente para atender la demanda, salvo en instalaciones portuarias que puedan acoger barcos de gran eslora, donde existe un «déficit enorme», según la Asociación Marinas de Andalucía, que agrupa a diecisiete puertos de gestión privada.

El presidente del colectivo, José Carlos Martín, aseguró que Andalucía tiene que ser capaz de recibir barcos deportivos de más de cincuenta metros de eslora porque «hay 450 dando vueltas por el mundo y no hay ninguna razón para que no vengan aquí un 3 ó 5 por ciento».

En la actualidad, «el que más puede acoger es Puerto Banús, en Marbella, un barco y de cincuenta metros», señaló Martín, quien apuntó que éste es uno de los motivos por los que había generado «tanta ilusión» el proyecto de La Bajadilla, ya que podía albergar a barcos de ochenta o cien metros de eslora.

A este respecto, lamentó que Marbella y Andalucía estén sin este puerto «por una mala decisión desde el origen», ya que «esto viene viciado desde la propia adjudicación a Al Thani», opinó el presidente de la asociación.

Recientemente, la Agencia Pública de Puertos de Andalucía (APPA) decidió iniciar el proceso para retirar el contrato de adjudicación de las obras de ampliación del puerto a NAS Marbella, empresa participada mayoritariamente por el jeque catarí Al Thani, presidente del Málaga CF.

A juicio de Martín, el puerto de La Bajadilla introduciría un elemento diferenciador para tener barcos que actualmente los clientes tienen en Ibiza, como los de la Casa Real Saudí, o los que tienen rusos residentes en Marbella en otros puertos de Francia.

Explicó que esos barcos de gran calado tienen tripulaciones permanentes y normalmente educan a sus hijos en colegios bilingües, que existen en la Costa del Sol, zona que además dispone de buen clima y un aeropuerto cercano, por lo que «todo son ventajas como para que el mismo capitán convenza al dueño del barco».

Por otro lado, la asociación Marinas de Andalucía ha vuelto a reclamar que los puertos pasen a depender de la Consejería de Turismo, en lugar de la de Fomento y Vivienda.

«Si fuesen valientes, la administración pública andaluza nos metería en Turismo porque somos un elemento turístico» y al estar adscritos a Fomento no pueden acceder a líneas de créditos por reforma como los campings o chiringuitos, afirmó.

José Carlos Martín explica que al menos la mitad de sus clientes son extranjeros y los puertos proporcionan una «imagen turística» y pese a ello están «con las carreteras y los ferrocarriles».

Según Martín, plantean su traspaso «cada vez que hay oportunidad» porque, en todo caso, los puertos pueden depender de Fomento mientras se construyen, pero deberían pasar a Turismo una vez recepcionados.