Poco más de dos años de gestión. Francisco de la Torre ya ha puesto fecha para el final de su etapa como alcalde de Málaga, ya que no se presentará a las elecciones de 2019. Dejará de ser alcalde con 76 años, tras 19 años de gestión y con un aval incontestable. Ha transformado la ciudad y la ha convertido en toda una potencia turística y cultural, modernizando muchos barrios e incorporando una administración más moderna. Las nuevas tecnologías, la peatonalización, la rehabilitación de edificios y la extensión de la ciudad han marcado su mandato, así como los grandes proyectos culturales y de infraestructuras. Sin embargo, también hay una importante lista de fracasos y de proyectos inconclusos, a los que De la Torre quiere dar una solución en estos dos años y cinco meses de gestión que le quedan hasta su retirada.

De la Torre no se quiere ir por la puerta de atrás y anda empeñado en continuar dando su sello personal a la ciudad. Para ello cuenta con dos proyectos importantes con visos de ejecutarse en estos dos años -o al menos iniciarse- y el empeño personal de frenar el tramo del metro al Hospital Civil, que él entiende como fundamental, más allá de las posibles consecuencias judiciales o económicas para el Ayuntamiento de Málaga.

Peatonalización

Será la peatonalización de la Alameda Principal y la construcción de los puente-plaza sobre el río Guadalmedina los proyectos que quiere convertir en su último legado a la ciudad.

La peatonalización de la Alameda es quizá el proyecto que mejor puede ejemplificar la gestión de De la Torre. Supondrá peatonalizar más de la mitad de la Alameda Principal, con unas obras que podrían comenzar el año próximo y que eliminarían el tráfico de los laterales.

El proyecto está en redacción y el dinero preparado para iniciar la obra en la segunda mitad de 2017, terminándose en 2018. Serán 8 millones de euros, aproximadamente, que tendrán una notable carga simbólica. Por un lado se devolverá parte del sentido de paseo que tenía la Alameda en sus orígenes, conectando con el pasado de la ciudad. Pero también unirá el Centro Histórico con el Ensanche de Heredia, ahora llamado Soho, y ampliará el proceso de peatonalización que se ha ido extendiendo por el Centro.

Hay que recordar que, en el caso de Francisco de la Torre, esta actuación entronca directamente con la peatonalización de la calle Larios. Fue una apuesta arriesgada de sus primeros años como alcalde y que encontró con una fuerte contestación social. Su apuesta al final fue tremendamente exitosa. A finales de 2002 se inauguró y cambió la concepción del Centro Histórico para todos los malagueños, poniendo las bases de la nueva oferta turística de la capital. Además le valió una mayoría absoluta en las elecciones de 2003 que le dieron el empujón suficiente para continuar en la alcaldía de Málaga. Hasta ahora.

Guadalmedina

La actuación sobre el río Guadalmedina supondría una intervención histórica para unir las dos orillas del río. Su apuesta de puentes-plaza supone un «soterramiento blando» del cauce, opción siempre defendida por él.

El inicio de los trabajos supondría un colofón soñado por De la Torre, muy consciente de que es uno de los retos históricos de la ciudad y que en su mano está acometer la primera acción de envergadura. Eso sí, ahora mismo depende de un informe de la entidad estatal Cedex para comprobar si la construcción de los puentes-plaza proyectados afectan a la capacidad del cauce para desaguar.Problemas por solucionar

La marcha de De la Torre tampoco será un camino de rosas. Quedan varios aspectos por solucionar y que aparecen enquistados desde hace años. La gestión de Limasa es quizá el más importante, debido al impacto que tiene en la ciudad la limpieza de las calles y en las cuentas el coste del servicio.

Ahora el debate está en decidir si se opta por un modelo público o privado. La oferta municipal para asumir la gestión pública de Limasa parece difícilmente asumible por los trabajadores. Incluso parece que está pensada para que sea así y dejar la gestión privada como única opción posible.

En este camino encuentra el apoyo de Ciudadanos, clave para tener la mayoría suficiente para sacar adelante un concurso de concesión de la gestión, que se podría convocar en el primer semestre del año próximo.

El resultado de la solución a Limasa puede dar tranquilidad por ese flanco a De la Torre o generar un conflicto con los trabajadores, que no son un hueso fácil de roer, como ya ha comprobado en los últimos años.Proyectos urbanísticos

El alcalde de Málaga tiene en su mano tres proyectos urbanísticos encallados desde hace años y que no aparentan una solución sencilla a corto plazo. Astoria, Repsol y hotel de Moneo son el trío de problemas por resolver de Francisco de la Torre, al menos por el tiempo que llevan esperando.

El caso del hotel de Moneo en La Mundial está a expensas del promotor, que se encuentra en un callejón sin salida. No puede conseguir los avales para financiar el proyecto porque no está aprobado definitivamente y no se aprueba porque no tiene los avales. La presión es sobre Ciudadanos, de nuevo, cuyo voto podría permitir la aprobación que desbloquee el tema de los avales. No parece fácil, aunque parece que De la Torre tiene claro que ahí se construirá y que La Mundial no será un obstáculo.

En los terrenos de Repsol el problema es más delicado. Hay opiniones variadas sobre el destino de los suelos, aunque en su mayoría pasan por, al menos, reducir la edificabilidad y ampliar el parque urbano previsto. La oposición vecinal a los rascacielos, en un distrito electoralmente muy valioso, complica la situación. Por ahora, se ha ido dilatando en el tiempo la toma de decisiones, aunque administrativa y urbanísticamente no hay problemas.

El caso del Astoria es otro de esos asuntos sobre el que no se ha tomado ninguna decisión y se dilata en el tiempo. La convocatoria de un concurso de ideas, sin un fin demasiado claro, parece más una forma de ganar tiempo mientras se le busca una salida o se encuentra un inversor.El legado económico

La apuesta cultural de Francisco de la Torre ha dado un impulso a la oferta turística de Málaga, que se ha convertido en un referente del turismo urbano. Pero eso tiene sus problemas. El conflicto todavía no resuelto de las terrazas en el Centro, el peligro de masificación turística y los problemas del comercio local por establecerse frente a las franquicias son retos a medio plazo.

Sin embargo, lo verdaderamente comprometido es la elaboración de un presupuesto municipal solvente en el futuro. El gasto en mantenimiento de museos consume 14 millones de euros y la opción de los patrocinios privados no ha funcionado. Esto supone una losa de cara al futuro, teniendo en cuenta que el conflicto del metro puede disparar los gastos municipales. Esa herencia envenenada para el siguiente será de difícil gestión, como el futuro del Pompidou y el Museo Ruso. Tienen fecha de caducidad. ¿Qué pasará luego?Todo comenzó en la calle Larios

La peatonalización de esta calle le dio las elecciones de 2003

Fue un proyecto arriesgado en su momento y que se ejecutó en un año clave, a lo largo de un 2002 en el que tuvo que superar las dudas sobre la peatonalización y los problemas de la obra. Su inauguración en diciembre de 2002 fue un éxito total y le valió ganar las elecciones de 2003 por mayoría absoluta.Una imagen que resume a De la Torre

Un alcalde pendiente de los temas y que está en todos los debates

La principal virtud, y a veces el principal defecto, de Francisco de la Torre es su protagonismo en los grandes temas de la ciudad. Eso le hace tener una visión de conjunto muy importante, aunque también se le ha achacado que todo depende de su criterio personal y deja poco margen a sus ediles.

¿Presente y futuro?

Elías Bendodo se perfila como sucesor de Francisco de la Torre

La relación entre Francisco de la Torre y Elías Bendodo ha sido bastante buena de puertas hacia fuera, aunque también marcada por la desconfianza mutua. De la Torre es muy refractario a la influencia del partido en la confección de su equipo o en que se marque su política, y el PP sabe que De la Torre le aporta votos. Bendodo ha caminado con cuidado para mantener la sintonía y con su objetivo puesto en sucederle en la primavera de 2018.