La magistrada Lourdes García Ortiz, afiliada a la asociación progresista Jueces para la Democracia, será la primera mujer que presida la Audiencia Provincial de Málaga tras lograr ayer once votos de los vocales del Pleno del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) frente a los diez que apoyaron al que hasta ahora presidía el órgano, Antonio Alcalá.

A la elección se habían presentado además el magistrado de la Sección Octava, Pedro Molero, y el presidente de la Sección Novena, Enrique Peralta, aunque finalmente fue García Ortiz la que se impuso y, por tanto, regirá los destinos de una de las audiencias provinciales más importantes del país durante los próximos cinco años.

García Ortiz nació en Palma de Mallorca y es, desde mayo de 2015, presidenta de la Sección Segunda de la Audiencia Nacional, especializada en Derecho Penal y, entre otras claves, es la primera penalista que accede al cargo tras los dos mandatos de Francisco Arroyo Fiestas, los de Manuel Torres Vela y el de Antonio Alcalá, todos ellos especializados en Derecho Civil. También fue la primera mujer en presidir una sección penal de la Audiencia. Es la primera magistrada progresista que presidirá el órgano en años, pues hasta ahora era la APM la que había ganado esta elección.

García Ortiz tiene una importante hoja de servicios: ingresó en la carrera judicial en 1986 y su primer destino fue el juzgado de distrito número dos de Gavá, en Barcelona, desde donde se trasladó después al juzgado de primera instancia e instrucción de Posadas (Córdoba).

Ascendió a magistrada en noviembre de 1989 y ejerció en los juzgados de primera instancia e instrucción 1 de Motril, en Granada, y de instrucción 1, de Málaga. En mayo de 2000 fue nombrada magistrada de la Sección Segunda y, en 2009, pasó a la Sección Novena. Desde junio de 2015, preside la Segunda, una de las oficinas más emblemáticas pues fue la que emitió, por ejemplo, las sentencias de los casos Ballena Blanca y Pantoja.

Asimismo, es profesora de la Escuela de Práctica Jurídica del Colegio de Abogados de Málaga y profesora del Máster en Abogacía, que se imparte en colaboración con la Universidad de Málaga. Ha sido coordinadora y ponente en numerosos cursos y actividades formativas, fundamentalmente en materia penal y de violencia contra la mujer, organizadas por el Poder Judicial y por otras entidades tales como la Fiscalía, el Centro de Estudios Jurídicos, el Instituto de Criminología o el Instituto Andaluz de Administración Pública.

Hace unas semanas, cuando se sometió a la entrevista con la Comisión Permanente del CGPJ, explicó a La Opinión de Málaga lo siguiente: «Llevo muchos años en la Audiencia, conozco el funcionamiento y los muchos retos que hay que afrontar, porque es tiempo de reformas estructurales. Esta es una Audiencia compleja, con asuntos muy complicados. Además, tengo perfil progresista. Espero hacer un trabajo con vocación de servicio a mis compañeros y de servicio público».

Su programa tiene un sello progresista: propone ampliar la plantilla en las secciones civiles para evitar los retrasos, también en las penales con las macrocausas y aumentar los medios en los juzgados unipersonales, incrementar su número y reformar o lograr nuevas sedes judiciales, impulsar las relaciones con abogados y procuradores, sobre todo cuando se camina con LexNet y hacia el expediente digital, impulsar la mediación, los tribunales de instancia, la Nueva Oficina Judicial (NOJ) y el papel cero, trabajando con la Junta y el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía y la continua unificación de criterios jurídicos con sus compañeros. En España, hay un chascarrillo que suele definir muy bien la concepción que se tiene de la Audiencia Provincial de Málaga: entre los juristas se la califica de pequeña Audiencia Nacional, lo que da una idea de la magnitud de la tarea a la que se enfrenta García Ortiz. Se da la circunstancia de que el marido de esta magistrada es José Luis López Fuentes, presidente de la Audiencia Provincial de Granada y exjuez decano de Málaga durante muchos años.