El centro de acogida nocturna «Calor y café» de Cáritas ya es una realidad y el obispo Jesús Catalá inauguró las instalaciones de este nuevo espacio, ubicado en la calle Álvaro de Bazán, en el que las personas sin hogar podrán ir a dormir, comer o ducharse, entre otras cosas.

El pasado febrero Cáritas lanzó un llamamiento para crear este centro como gesto diocesano, con motivo del Jubileo Extraordinario de la Misericordia. Una campaña de captación de fondos que ha logrado 340.486,75 euros. A esta cantidad habría que añadir una colaboración de 75.000 euros del Ayuntamiento de Málaga para la rehabilitación del local.

El Obispado ha recibido 788 donaciones, de las que el 76% corresponden a aportaciones individuales, aportando el 44% del importe total de ingresos. El resto corresponde a parroquias, templos, Cáritas Parroquiales, entidades religiosas y otras entidades y colectivos privados.

Los gastos del mantenimiento del centro, según la estimación realizada, superarán los 200.000€ anuales, que servirían para afrontar los pagos al personal contratado, suministros y alimentación.

El nuevo espacio contará con estancia nocturna, consigna, manutención, higiene, lavado de ropa, ropero, servicio de recepción de comunicaciones, ocio y tiempo libre. Cuenta con quince plazas de acogida y permanecerá abierto todas las noches del año, en horario de 21.00 a 9.00 horas.

El centro será atendido por el responsable del proyecto, cinco técnicos, personal de limpieza y un amplio equipo de voluntarios, que se han estado formando durante los últimos meses para desempeñar su labor.

Se estima que cada noche duermen en la calle una media de 106 personas. Según datos de Puerta Única, en 2015 se atendieron a 716 personas que pernoctaban en las calles de la ciudad, un hecho que ha generado la necesidad de crear un nuevo centro.

«Calor y Café sería un centro de servicios, de finalidad asistencial-promocional, ya que además de proporcionar abrigo durante las horas nocturnas, se favorecerá la generación de vínculos, será un espacio de referencia donde se podrán empadronar y empezar así el proceso de recuperación personal y de reducción de daños para prevenir un mayor deterioro», según indicaron desde Cáritas.