­La bajada brusca de temperaturas y las lluvias caídas en las últimas semanas han hecho mella en la salud de los más pequeños. Los casos por bronquiolitis y bronquitis se han disparado en las dos últimas semanas y la cifra de menores ingresados en el Hospital Materno Infantil ha aumentado respecto al mismo periodo del año anterior en un 10%, según confirmaron ayer fuentes de la dirección del centro sanitario.

Los casos de bronquiolitis, enfermedad que afecta principalmente a los bebés y tiene que ver con la inflamación de los bronquiolos, - las ramas más pequeñas situadas en el extremo de las vías respiratorias principales- y los de bronquitis ­-la inflamación de las vías respiratorias principales- han aumentado la asistencia a los centros de salud y a las urgencias de los hospitales.

Los signos más evidentes de esta enfermedad son la dificultad para respirar con sibilancias (pitos), mucosidad y, en algunos casos, fiebre. Aunque no se tratan de enfermedades graves, muchos niños deben ser ingresados a consecuencia de que se complica la patología o porque los pequeños padecen previamente otra enfermedad y se ha de tener especial cuidado para evitar que se complique. Aunque el tratamiento depende del curso de la patología, se suelen recetar aerosoles que permitan una mejora de la respiración del menor.

En este sentido, el jefe del servicio de Pediatría del Hospital Quirónsalud Málaga, Manuel Baca, admite que ambos problemas respiratorios, junto a la gripe, aún por llegar, aumentan notablemente la asistencia y los ingresos de los menores en los hospitales, pues muchos casos necesitan un seguimiento exhaustivo o ventilación.

Así, señala que de noviembre a marzo se sobrecargan los servicios de Pediatría. «El resultado es que en todos los países del entorno se desbordan los hospitales por la afluencia masiva de los niños, porque a veces es muy contagioso», señala el experto, que reconoce que la prevención en este tipo de enfermedades es básica. «Es muy importante el lavado de manos, la disminución del tabaquismo, que facilitaba que creciera la incidencia de estos virus y la solidaridad social, es decir, que el niño no contagie a otros», advierte el pediatra, que cree que el futuro de esta enfermedad es que las embarazadas se vacunen, tal y como ocurre con la tosferina, para que los bebés no la desarrollen en sus primeros meses de vida.

Y es que, aunque se trata de dos enfermedades similares, la bronquiolitis suele afectar en mayor medida a los bebés, llegando, en algunos casos, a recetarse antibióticos. El también responsable del grupo Pediátrico Uncibay recuerda que, además de tener ambientes limpios y libres de contaminación es recomendable el uso de humidificadores, que hacen que la mucosidad fluya y no haya sobreinfección.

Aunque se trate de enfermedades recurrentes y que si se cogen a tiempo suelen tener una evolución correcta, los expertos recuerdan que hasta un 50% de los niños presentan bronquitis recurrentes tras padecer una bronquiolitis por virus respiratorio sincitial.

La Sociedad Española de Neumología Pediátrica apunta a que entre el 0,5% y el 2% de los afectados son hospitalizados, aunque este porcentaje alcanza el 13% en los grupos de alto riesgo como los niños con cardiopatías congénitas, enfermedad pulmonar crónica o prematuros, llegando a ingresar en las Unidades de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN) hasta un 20% de los prematuros entre las 33-35 semanas de edad gestacional.