Los ángeles de la guarda también trabajan en Nochebuena, al menos en Málaga capital. Los voluntarios de la ONG Los Ángeles Malagueños de la Noche repartieron desde las cuatro hasta las 0cho de la tarde del 24 de diciembre un total de 3.000 menús y más de 50.000 kilos de alimentos no perecederos a personas sin hogar, en riesgo de exclusión social o con graves problemas económicos.

En esta ocasión, el actor y humorista malagueño Dani Rovira, siempre sensible a todo tipo de causas sociales, también quiso participar en esta actividad solidaria, que adquirió más relevancia si cabe al llevarse a cabo en un día tan señalado en el calendario como el de Nochebuena. Estuvo repartiendo menús y productos tales como leche, galletas, garbanzos, lentejas, y otros de carácter no perecedero junto al resto de voluntarios de una organización social que ha cambiado en 2016 su actual enclave junto a la iglesia de Santo Domingo, en el Perchel, por el nuevo comedor de la calle Fuentecilla.

Además, la asociación ofrecía esta Navidad, por primera vez, la posibilidad de que las personas sin hogar pudieran cenar en el comedor social, de siete a ocho de la tarde, ya que, al menos, así tendrían un techo en la noche más señalada del año para poder degustar su menú, pero pocos de ellos se apuntaron a esta posibilidad y, en su mayor parte, prefirieron hacerlo en otros puntos de la ciudad.

Asadores solidariosEste año, hasta treinta asadores de la capital ofrecían a sus clientes adquirir, por seis euros, estos menús solidarios que luego se repartieron entre los más necesitados. Así, estos estaban compuestos por medio pollo con guarnición, tortilla de patatas y dulces navideños. Los comercios, cómo no, también se han volcado con esta iniciativa, mostrando a toda la sociedad su cara más solidaria. En total, se repartieron hasta ochocientos números para conformar la cola y organizar la entrega de alimentos.

Hay una nota que destacar: los primeros de la cola habían llegado a las inmediaciones de la calle Fuentecilla poco antes de la medianoche del 23 de diciembre, con lo que tuvieron que aguardar a que llegase su turno para recoger el menú o los alimentos más de dieciséis horas.

Entre los que guardaron esa cola, había muchas personas sin hogar, pero también madres solteras muy jóvenes sin trabajo desde hace meses que nunca habían pensado verse en una situación así, otros con familiares muy enfermos a su cargo, algunos padres y madres de familia con cuatro o cinco hijos que alimentar que no podían permitirse una cena de Nochebuena, o parados de larga duración.

Es decir, no se trata únicamente de personas en riesgo de exclusión social, sino de gente que hasta hace poco tenía un trabajo y la dureza de la crisis la ha puesto en una situación muy difícil. La casuística es tan amplia como caras ha tenido esta depresión financiera que se ha cebado con los de siempre, aunque hay organizaciones de la naturaleza de Los Ángeles Malagueños de la Noche dispuestos a ayudar a quien sea, sin pedir el carné de identidad.