­«No recuerdo un mes de diciembre con tanto trabajo», asegura Manuel Heredia. Es uno de los dueños de coches de caballos que se frotan estos días las manos con la llegada masiva de turistas durante las vacaciones de invierno. Representa el piñón más pequeño de una cadena engrasada, la del turismo, que ha convertido a Málaga en uno de los principales focos de atracción para todo el que quiera invertir en el sector. La transformación experimentada en los últimos diez años sumada a la caída en desgracia de competidores históricos como Turquía, Egipto y Túnez ha convertido a la provincia en el objetivo número uno de grupos inversores y empresarios con capacidad para mover dinero, y que se sienten atraídos por una industria que ha mostrado constancia como pocas a la hora de cumplir con los objetivos planteados. Un escenario privilegiado para hacer negocios y multiplicar el dinero en un sector que funciona como el gran motor económico del país.

El presidente de Aehcos, Luis Callejón, explica de una manera muy pragmática lo que está ocurriendo en estos momentos en la provincia: «La rentabilidad establecida en una inversión turística en Málaga se mueve al rededor del seis o siete por ciento, mientras que los intereses por un crédito ahora mismo están por los suelos». Una de las consecuencias de las políticas de inyección de capital emprendidas por el Banco Central Europeo (BCE) para reflotar el renqueante sistema financiero se han traducido en unos tipos de interés para el crédito que están en mínimos históricos. La media está ahora mismo en un 0,5%, un umbral de rentabilidad muy por debajo de lo que se marca en el sector del turismo. «Las ganas de invertir en la Costa del Sol son muy fuertes», asegura Callejón y señala que de acuerdo con lo que percibe la capital está un peldaño por encima de las grandes ciudades de la Costa. «Málaga es ahora mismo la capital de la Costa del Sol», explica que existe una pugna por hacerse con solares para construir. «Uno de los terrenos que más interés está despertando ahora mismo es el que está a la salida del túnel de la Alcazabilla», señala el máximo responsable de los hoteleros en la provincia. El negocio está en marcha y el arquetipo de establecimiento hotelero que se busca en la capital según Callejón es el siguiente: cuatro estrellas y unas 200 habitaciones son la categoría de hoteles que presentan ahora mismo la mayor capacidad de rentabilizarse. Esa es también la razón por la que el hotel proyectado para el puerto, inicialmente pensando como un cinco estrellas, haya degradado en una su categoría. Los promotores del hotel quieren iniciar las obras a finales de 2017 y ahora sólo están pendiente de resolver sus trámites urbanísticos.

No es el único proyecto que presenta un estado avanzado. El grupo inversor del hotel proyectado en el antiguo palacete del Marqués de Solesio, en la calle Granada, ya ha solicitado la licencia de obra para empezar cuanto antes con la construcción de un hotel de cuatro estrellas y 83 habitaciones. La semana pasada también se informó sobre la venta del edificio con el número 10, ubicado en la calle Larios, y donde está pensada la construcción de otro hotel de cuatro estrellas.

Fin al déficit hotelero

Si estos proyectos finalmente se convierten en realidad, Callejón también vaticina que la capital pondría fin a su tradicional déficit histórico relativo al número de hoteles.

En relación al sector de los apartamentos turísticos, la rentabilidad se eleva aún más. «Hoy puedes comprar un piso en La Cruz Verde por 30.000 euros y en nada está amortizado con el alquiler como apartamento turístico», señala Callejón que los fondos de inversiones holandeses sitúan a Málaga como tercera ciudad con más oportunidades para la inversión turística, justo por detrás de Londres y París.

Desde Unicaja Banco confirman la importancia que tiene el turismo dentro de su cartera de operaciones. «Nuestra principal misión es la de facilitar inversión, y Unicaja cuenta con una división específica para dar crédito a extranjeros», aseguran desde la entidad. «Málaga se ha convertido en un foco de dinamismo», detallan.

Fuera de la capital, el panorama resulta igual de halagüeño. Mijas y Marbella son los municipios que más interés despiertan. El furor de los inversores está pendiente de que el Ayuntamiento marbellí y la Junta solucionen el asunto del PGOU, mientras que Mijas se ha volcado con la reapertura del histórico hotel Byblos, que ya ha recibido el visto bueno definitivo por parte del Ayuntamiento.