­Los responsables del Ayuntamiento y del Real Cuerpo de Bomberos tendrán que negociar con la plantilla el nuevo calendario laboral que inicialmente habían impuesto unilateralmente y que provocó que los bomberos se movilizaran ayer con un encierro indefinido en el parque central de Martiricos. Así se acordó en la reunión que se celebró a primera hora de la mañana de ayer en el Consistorio entre el director del Área de Gobierno de Seguridad del Ayuntamiento, Carlos Gómez-Cambronero, los jefes del servicio y los sindicatos con representación en el cuerpo.

Las partes se comprometieron a sentarse a negociar la agenda de trabajo a partir del próximo 13 de enero y a replantear una medida que cambiaría radicalmente el sistema de trabajo de los últimos siete años. Ello supuso que ayer mismo la jefatura anulara la orden que había generado la ira de los bomberos. Si hasta ahora se trabajaba por turnos (24 horas de trabajo y 72 de descanso) y repartidos en dos zonas -la Este/Norte con los parques de Martiricos y Mayorazgo y la zona Oeste, con los parques de Teatinos, Pirámides y Churriana-, el nuevo calendario pretende volver al sistema antiguo por el que los bomberos rotan por todos los parques. Para el Sindicato Andaluz de Bomberos (SAB), esto resta conocimiento profesional de la zona de trabajo y, por tanto, redunda en una menor seguridad. «Hemos ganado una batalla, no la guerra», advirtió un portavoz de la organización antes de recordar que los ánimos siguen bastante calientes entre los funcionarios: «Hace muchos años que no se veía a la plantilla tan unida». De hecho, un nutrido grupo de agentes fuera de servicio que se concentró ante el Ayuntamiento para conocer los detalles de la entrevista recibió al jefe de Servicio José Cruz al grito de «¡fuera!, ¡fuera!». Tras el encuentro, la plantilla se congregó de nuevo en el parque central para decidir en asamblea si levantaban el encierro o no. Finalmente, los agentes votaron continuar con la movilización hasta que el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, se comprometa públicamente a recibir a los representantes de la plantilla. Esto podría ocurrir hoy, víspera de año nuevo, cuando el regidor acostumbra a visitar los parques de bomberos y donde los agentes intentarán arrancarle un compromiso que ha ignorado durante más de cuarenta días desde que el SAB le pidiera por escrito un encuentro formal. Ayer no fue una excepción y De la Torre lanzó balones fuera al resumir el encuentro que tuvo con los bomberos en la misma puerta del ayuntamiento. «Hemos hablado un poco sobre el tema y me han hablado de mañana -por hoy- cuando vaya a visitarlos y hablaremos de los temas que les preocupan», dijo antes de reconocer abiertamente que no había tenido tiempo de abordar un asunto que ha puesto en pie de guerra a los bomberos de la ciudad de la que es alcalde.

El concejal de Seguridad, Mario Cortés, explicó que durante este tiempo el jefe de servicio, «que es el jefe de bomberos», será quien analice las alegaciones a los cambios. «Si cree alguna preceptiva la aceptará y si no continuará tal cual», aseguró. También dejó claro que esas competencias son exclusivas de José Cruz y que éste decidirá en función de las necesidades: «Aquí ni entramos el equipo de gobierno, ni siquiera el director de seguridad, sino simplemente el jefe de bomberos». En este sentido, recordó cómo el jefe de la Policía Local ha decretado recientemente un cambio de movilidad de todos los mandos y los ha cambiado de responsabilidades y de sitio en función de la disponibilidad: «No pasa absolutamente nada». «Coincide las reestructuraciones en Policía Local y Bomberos, luego no es nada nuevo», abundó.

La imposición del calendario laboral es, sin embargo, la gota que ha colmado un vaso que lleva demasiados años lleno. Ni siquiera el anuncio de la reforma integral del parque central de Martiricos, una reclamación histórica que ha visto ahora la luz gracias a dos mociones consecutivas del Grupo Municipal Socialista que han resuelto invertir 4,2 millones de euros en tres años, ha servido para destensar una situación que la semana pasada llevó al propio SAB a solicitar al alcalde la destitución de Cruz como jefe de los bomberos. No obstante, desde el sindicato están convencidos de que esta petición es la que ha provocado la «represalia» de Cruz con la imposición del nuevo plan de trabajo.

La «degeneración en la calidad del servicio», acusaciones de «posible dejadez de funciones» o la «incapacidad total» para organizar el trabajo son algunos de los motivos que la organización sindical esgrimía en el escrito que enviaron al alcalde. Como telón de fondo, el malestar de los bomberos también se alimenta por regirse el cuerpo por un reglamento obsoleto (el actual es de 1959), tener la mayor jornada laboral de todo el país (1.944 horas anuales) o la reclasificación, ya que el nivel C2 de los bomberos de la capital se encuentra por debajo de otros municipios como Marbella, Mijas, Motril, Loja o capitales como Huelva, Granada, Cádiz o Sevilla.