­El Teléfono de la Esperanza ha atendido en 2016 un total de 5.929 llamadas, cifra que sufre un ligero descenso respecto a 2015, cuando hubo 6.160. De estas entrevistas, 709 fueron realizadas por psicólogos, 69 por abogados y 46 por los orientadores familiares.

Asimismo, se recibieron 99 llamadas relacionadas con temática suicida frente a 68 el año anterior. De ese casi centenar de llamadas, quince fueron crisis suicidas y tres fueron actos suicidas.

El Teléfono de la Esperanza recuerda, en este sentido, que desde 2014 está en marcha un programa de prevención del suicidio, que comenzó en el distrito Bailén-Miraflores de Málaga en colaboración con el Ayuntamiento de Málaga y la ONG Justalegría. «Se está haciendo un intenso trabajo para detectar a la población en riesgo de suicidio y formar en la prevención a agentes de salud, educadores y trabajadores de los servicios sociales con el objetivo de crear una red de atención a esta importante problemática social, señala la entidad en un comunicado, donde explica que se han celebrado a lo alrgo del año talleres y unas jornadas con le objeto de prevenir estas conductas.

En lo que respecta al perfil de las personas que llamaron por teléfono, un 71% fueron mujeres y la mayoría eran solteros (1.906), separados (693) y casados (606).

Según la organización, el tipo de problemas que empuja a los malagueños a llamar al Teléfono de la Esperanza es muy variado, destacando la soledad e incomunicación, peticiones expresas de pasar consulta con profesionales, estados deprimidos, trastornos de ansiedad por numerosos motivos, crisis en el proyecto vital y conflictos en las relaciones con parejas y familiares.

«La casuística es muy amplia y hay casos de peticiones de ayuda por enfermedades, drogadicción, desahucios, alcoholismo, entre otros, y los orientadores se encargan de derivarlos a las instituciones y organizaciones que corresponden», señala la organización.

Además, el Teléfono de la Esperanza realizó una intensa labor de promoción de la salud emocional mediante la impartición de cursos, seminarios, talleres y grupos de autoayuda.

La organización cuenta con un importante capital humano en Málaga. Según señala, son 115 los voluntarios que ofrecen su tiempo para ayudar a los demás en los diferentes departamentos de orientación.