­La ministra de Sanidad, Dolors Montserrat, no despejó ayer todas las dudas sobre el copago farmacéutico de los jubilados después de que el pasado lunes manifestara que el sistema actual, introducido por el PP en 2012, es injusto porque pagan lo mismo por sus medicinas un pensionista que ingrese 18.001 euros y otro que reciba 100.000. La ministra, en una entrevista en La 1, matizó ayer sus palabras para tranquilizar a los jubilados, asegurando que «no es cierto que se vaya a subir el copago farmacéutico a los pensionistas con ingresos de más de 18.000 euros», para matizar a continuación que se encargará a un grupo de expertos un estudio y una vez que se tenga el informe, pueden ser múltiples las formar de llevar acabo el copago. «Que pague más el que tiene más no quiere decir que les subas, a lo mejor quiere decir que bajamos al que tiene menos. Igual del tramo de 18.000 a otro tramo posterior lo que nos dicen los expertos es que se suba, o se baje, o se quede igual porque, a lo mejor, no hay barrera en el acceso a los medicamentos».

Si al final se decide aplicar el copago a los pensionistas que cobren más de 18.000 euros, en la provincia de Málaga afectaría a más de 73.000 personas, según los datos del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas.

Aunque las cifras varían en función de la cantidad que reciben, distribuidas en catorce pagas, doce ordinarias y dos extraordinarias, el colectivo más numeroso a partir de esos 18.000 euros son los que rebasan la cantidad por poco, con una media de 18.950 euros anuales percibida por más de 30.000 malagueños. Por contra, los pensionistas que superan cada año los 100.000 euros son en total 467.

Actualmente, los pensionistas están exentos de copago si reciben una prestación mínima o contributiva; pagan hasta 8 euros al mes si ingresan menos de 18.000 euros; 18 euros al mes si ingresan de 18.000 a 100.000 euros y 60 euros al mes si tienen rentas superiores a esa cifra.

Un día después de que la ministra de Sanidad, Dolors Montserrat, anunciara que subiría el copago farmacéutico y tras saltar las alarmas del resto de partidos políticos y de asociaciones sanitarias y de consumidores, la ministra comunicó que deja en manos de los expertos qué hacer con el problema. Si avalan el método actual, Dolors Montserrat tendría que convivir con un sistema que ella misma había calificado de injusto.

Para ello, encargará un informe que dilucidará qué tipo de reformas se hace. «Que pague más el que tiene más no quiere decir que les subas, a lo mejor quiere decir que bajamos al que tiene menos. Igual del tramo de 18.000 a otro tramo posterior lo que nos dicen los expertos es que se suba, o se baje, o se quede igual porque, a lo mejor, no hay barrera en el acceso a los medicamentos».

Tanto el PSOE, como Ciudadanos y Podemos se mostraron ayer en contra de la posibilidad de que suba el copago a los farmacéuticos, criticando que se recaude «penalizando la enfermedad».

Desde el PSOE, Susana Díaz, censuró el «globo sonda» que a su juicio ha lanzado el Gobierno central sobre el supuesto ajuste y advirtió de que la medida «busca empobrecer» a este colectivo. «Hay quien quiere que (el ahorro farmacéutico) salga del bolsillo de la gente y yo reclamo que sean las industrias farmacéuticas las que dejen de ganar tanto dinero», aseveró la presidenta andaluza. Susana Díaz consideró que que las declaraciones constituyen un «relato perfectamente escrito» que ya se advirtió cuando «el PP no apoyó la supresión» en la Cámara andaluza. «Es porque sabía que Rajoy y la ministra lo iban a poner sobre la mesa», subrayó la presidenta, para quien «no es verdad que haya ahorro farmacéutico en el copago», sino que éste «se lleva a cabo con la subasta de medicamentos» como la que realiza Andalucía y que recientemente ha sido avalada por el Tribunal Constitucional.

La Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública criticó la posibilidad tras la subida de las pensiones en un «ridículo» 0,25%. La federación volvió a exigir la retirada de la reforma sanitaria de 2012 y subraya que el aumento del copago «penaliza a los más enfermos mientras se favorece a la industria farmacéutica».