­La vida sigue igual para la plantilla del Real Cuerpo de Bomberos de Málaga, cuyos agentes mantienen el encierro que iniciaron el 29 de diciembre para reivindicar mejoras en el servicio que han sido ignoradas por el Ayuntamiento en los últimos años. Ni siquiera la reunión que se celebró ayer en el Centro Municipal de Emergencias entre la jefatura del servicio, el director de personal y todos los sindicatos a excepción del Sipan -sus representantes aseguran que no fueron convocados- sirvió para acercar posturas entre los bomberos y los mandos. El encuentro se limitó a lo que estaba previsto, ya que fue convocado el 30 de diciembre (un día después de iniciarse el encierro), para negociar el calendario laboral de este año que inicialmente impuso la jefatura para dinamitar definitivamente el conflicto.

Según fuentes sindicales, el alto mando puso la pelota sobre el tejado de los trabajadores instándoles a presentar alternativas a la orden que pretendía que los agentes rotaran por los cinco parques de la ciudad, algo que la plantilla rechaza porque consideran que merma el conocimiento profesional profesional de la zona de los efectos. Tanto el Sindicato Andaluz de Bomberos (SAB) como CCOO plantean «un concurso de traslado», un sistema por el que los agentes eligen el parque en el que quieren trabajar y a partir de ahí organizar el trabajo, «o seguir como estamos». En este sentido, los sindicatos desmienten que los bomberos se nieguen a rotar. «Actualmente el trabajo se distribuye en dos áreas de la ciudad en las que los funcionarios rotan en dos y tres parques, respectivamente, y el sistema de trabajo es bueno, aunque creemos que se puede mejorar», aseguran desde el Sindicato Andaluz de Bomberos.

En todo caso, la negociación del calendario continuará a principios de febrero, pero advierten de que el encierro se mantendrá «hasta que el alcalde no destituya a la jefatura», la primera y hasta ahora irrenunciable exigencia que la plantilla exige al alcalde antes de negociar otros puntos como la elaboración de un nuevo reglamento (el actual es de 1959), tener la mayor jornada laboral de todo el país (1.944 horas anuales) o la reclasificación.

Aunque por ahora la plantilla se muestra inflexible con el punto número uno, el director de personal, Carlos Gómez Cambronero, entregó a los representantes sindicales un escrito que omite esa destitución, pero en él «ruega» que transmita a la plantilla su disposición para mejorar aspectos «tan importantes como la reglamentación, puestos de segunda actividad, prevención, aspectos relacionados con la jornada laboral, la carrera profesional, la situación de los parque, etc».

Cambronero recuerda que el reciente acuerdo de funcionarios contiene una reducción de tres guardias de veinticuatro horas y que, a fin de no perjudicar los emolumentos del personal con la reducción del trabajo en festivos, hemos implantado un nuevo complemento que evita ingresos menores».