En el albor del año han llegado a nuestras costas varias pateras con decenas de personas inmigrantes a bordo. A pesar de la «alarma mediática» y gubernamental, la llegada vía marítima y en los muros de Ceuta y Melilla supone tan solo una gota de agua en relación al drama humanitario que atraviesa el Mediterráneo.

Sin embargo, desde que se inauguraron las oficinas de asilo en las fronteras de Ceuta y Melilla no se ha tramitado prácticamente ninguna solicitud de personas africanas, discriminación que se traduce en que las personas refugiadas tengan que realizar el peligroso viaje en patera para formalizar la solicitud en la Península.

Muestra de ello es que hace catorce meses murieron cuatro personas y más de treinta desaparecieron en el Estrecho durante el naufragio de una embarcación al que sobrevivieron quince y fueron atendidos en Málaga.

Por ello consideramos incomprensible que falte una atención adecuada a las personas refugiadas y migrantes que llegan a nuestras costas, que no existan instalaciones dignas en el puerto donde ofrecerles asistencia social y sanitaria tras una travesía en la que se han jugado la vida.

Ni la terminal del puerto ni las actuales dependencias policiales son lugares idóneos para acoger a personas que en algunos casos manifiestan su voluntad de pedir asilo y en todos arriesgan su vida escapando de la violencia o la pobreza. En el artículo 22 de la ley reguladora del derecho de asilo y de la protección subsidiaria se establece que durante la tramitación de la solicitud de asilo la persona debe permanecer en «dependencias habilitadas a tal efecto».

A nuestro juicio no existen ni en el puerto ni en la Comisaría Provincial de Málaga dependencias convenientemente habilitadas para que permanezcan los inmigrantes mientras se resuelve la admisión o no de su solicitud de protección internacional. Las personas que llegaron en la patera el pasado 3 de enero tuvieron que pasar la noche en la estación marítima cuando a bordo de ella viajaba un solicitante de protección internacional.

A diferencia de la estación marítima, el aeropuerto de Málaga sí cuenta en nuestra opinión con instalaciones físicas adecuadas para estos efectos y, además, están infrautilizadas por lo que consideramos que las personas que manifiesten su intención de pedir protección internacional podrían ser trasladadas a esas dependencias en tanto se resuelve el trámite.

En cuanto a la asistencia sanitaria a las personas inmigrantes, se viene prestando en unas tiendas de campaña a la intemperie o en la terminal de pasajeros, por lo que el 5 de enero la Cruz Roja reclamó al Ayuntamiento unas instalaciones dignas.

Esta petición se incluye en una moción aprobada por el pleno municipal el pasado septiembre sobre refugiados y personas migrantes en la que asociaciones como Málaga Acoge denunciamos que las instalaciones para la recepción de los migrantes en el puerto no cumplen las condiciones mínimas para recibir a personas, que en muchos casos, llegan en malas condiciones físicas y psicológicas.

La acogida de las personas migrantes debe ser realmente humanitaria y acorde a derecho y ello requiere de la implicación de todas las administraciones. Málaga, declarada ciudad refugio en una moción municipal de 2015, debe estar implicada.

*Triguero es presidenta de Málaga Acoge