La jornada del miércoles apuntaba a nieve. No tanto en la costa, donde las temperaturas no fueron lo suficientemente bajas, sino en la zona norte. En las partes más altas de la provincia se empezaron a recibir los primeros copos sobre las 15.30 horas, dejando una fina capa de nieve en los Montes de Málaga para las 17.00 horas. Este primer amago ya dejó estampas de gran belleza y una notable caravana de coches llenos de malagueños ávidos de tener un contacto con la nieve.

Sin embargo, lo grande estaba por llegar. Sobre las 20.00 horas empezó a arreciar la nevada en diversos puntos de la provincia. De Coín hasta Antequera, desde la Sierra de Tejeda hasta Ronda, las precipitaciones en forma de nieve empezaron a notarse en muchos municipios. En los más bajos, como en el Valle del Guadalhorce, quedó como un fenómeno fugaz, pero a partir de los 600 metros de altura la nieve fue acumulándose. Y sólo fue el principio.

La nevada se hizo más intensa durante la noche y toda la comarca de Ronda, incluyendo la sierra de Ronda, de las Nieves y los pueblos de la zona amanecieron ayer cubiertos por una espesa capa de nieve. El blanco cubría calles, tejados, barandillas, buzones y coches. La calle de la Bola de Ronda presentaba una fantasmal imagen en plena noche, sin su habitual trajín y cubierta de nieve. Yunquera era un pueblo aún más blanco y toda la sierra que rodea Tolox había cambiado su habitual verde por el blanco inmaculado. La sierra de Mijas tampoco se libró y durante toda la mañana de ayer estuvo coronada por un manto blanco que se veía desde toda la Costa.

Sin embargo, fue Ronda la que acaparó la mayoría de las miradas. El centro monumental del municipio y el Tajo se convirtieron en centro de atracción de fotógrafos profesionales y aficionados, que no quisieron perderse la imagen de postal que ofrecía ayer por la mañana.

Pero la nieve también vino acompañada de más problemas, como el aislamiento temporal que sufrió Ronda al ver sus cuatro carreteras cortadas, tres por acumulación de nieve y la otra por un accidente ocasionado por la helada.