El metro de Málaga no deja de ser un germen de conflictos laborales y políticos. Los representantes del comité de empresa han convocado hoy a los trabajadores para anunciarles el nuevo calendario de movilizaciones para presionar a la empresa a que cumpla sus exigencias y sus reclamaciones al convenio colectivo, que perjudica a su juicio su conciliación familiar, y que aún no han sido atendidas después de meses de intentos de negociación, concentraciones, protestas y hasta una huelga el pasado 5 de enero, coincidiendo con el día de la Cabalgata de Reyes. Y entre las nuevas medidas de presión se prepara otra huelga en Semana Santa.

Según apuntó el portavoz de los trabajadores, Juan Vicente Pomares, las asambleas se celebrarán hoy, a las 10.30 horas y a las 17.30 horas, para informar a los empleados de los turnos de mañana y tarde. En ellas se confirmarán la concentración prevista para el próximo 2 de febrero, en la estación de El Perchel, y la del 9 de febrero, ante la Delegación Territorial de Fomento de la Junta de Andalucía. Del mismo modo, según Pomares, se dará cuenta del nuevo calendario de movilizaciones previsto y que no descarta nuevos paros en Semana Santa, un periodo en el que muchos usuarios cogen el metro para ir al Centro a ver las procesiones, sobre todo el Jueves Santo, quizás el día con mayor número de viajeros de todo el año, reconoce el representante de los trabajadores del metro.

Del mismo modo, Pomares señaló que mañana miércoles, el comité de empresa será recibido por el delegado de Fomento, Francisco Fernández España, para escuchar sus reclamaciones a la empresa.

De forma paralela, en el orden político, el secretario general del PSOE de Málaga, Miguel Ángel Heredia, se apresuró ayer a exigir al alcalde de la capital, Francisco de la Torre, que «recapacite» y no ponga «más palos en las ruedas» a los grandes proyectos de ciudad, como el metro en superficie al Hospital Civil, a raíz de la pobre manifestación que reunió el domingo a un escaso centenar de personas en contra de esta infraestructura, entre ellas dos ediles del equipo de gobierno del PP y representación también de Podemos. Según Heredia, el éxito de esta movilización fue «bastante escaso, por no decir nulo».

Por ello, pidió al regidor que cumpla lo firmado en 2013 y también al presidente del PP de Málaga, Elías Bendodo, al que reclamó que «entierre el hacha de guerra». «Se trata de un proyecto que es importante, el de más inversión en la ciudad y tenemos que apoyarlo y apostar por él», defendió el líder de los socialistas malagueños, quien recordó los «compromisos adquiridos» por De la Torre en 2013 «y no puede incumplir su palabra».

Por su parte, De la Torre porfía y ayer afirmó que existe una oposición vecinal «clarísima» a este proyecto de metro en superficie en la zona de Eugenio Gross, a pesar de la manifestación de la plataforma No al tranvía al Civil, que no quiso entrar a valorar. El alcalde recordó que existen «13.000 firmas que están recogidas para expresar una opinión clara y concreta de desacuerdo con la solución planteada», y agregó que tiene en cuenta estas firmas como las reuniones mantenidas con vecinos y la manifestación».Tengo muy claro que en esa zona no ha habido nunca aceptación de esta solución y les preocupa sus efectos negativos en la EMT», dijo.

Cuestionado por los periodistas sobre la manifestación de este domingo, expresó que «cualquier opinión que dé sobre este tema sería contradictoria porque nunca he opinado sobre manifestaciones», al tiempo que subrayó que lo que más le «preocupa» es que las obras de la conexión Vialia-Guadalmedina «siguen paradas y sin licitar para poder terminar el tramo». «Cada semana, mes y año que se retrase tiene un costo importante para las arcas públicas andaluzas», comentó.