Unicaja Banco informó este viernes de que ha obtenido autorización de las autoridades competentes, tanto nacionales como comunitarias, para la extensión del plazo previsto para su salida a Bolsa, inicialmente previsto para antes de que finalizara 2016 y que expiró sin que la entidad encontrara el momento adecuado para dar el salto al parqué en un ejercicio caracterizado por la gran incertidumbre de los mercados bursátiles. En un hecho relevante remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la entidad recordó que «debido a una combinación de circunstancias adversas, que podrían haber puesto en riesgo la salida a Bolsa en 2016» solicitó en su momento la extensión del plazo inicialmente previsto, algo que finalmente le ha sido concedido. Unicaja añadió que el nuevo plazo concedido por Bruselas se mantiene «confidencial» por parte del Ejecutivo comunitario «para proteger la efectividad del proceso».

Fuentes del sector comentaron en todo caso que el objetivo de Unicaja pasaría por salir a Bolsa durante este 2017 para obtener así liquidez a través de una ampliación de capital, ya que, de entrada, antes del 1 de enero de 2018 tendrá que afrontar la devolución al FROB de los 604 millones de euros inyectados en su día a Ceiss en forma de bonos contingentes convertibles (cocos). El compromiso de Unicaja de salir a Bolsa también responde a la obligación de cumplir su pacto con los pequeños inversores de la antigua Caja España-Duero que acabaron como accionistas de Unicaja tras el canje de bonos que permitió en su momento la compra de Ceiss.

Unicaja señaló en su comunicación a la CNMV que, para obtener la ampliación del plazo, las autoridades españolas presentaron en su momento a la Comisión Europea «compromisos adicionales» que el Ejecutivo comunitario ha concluido que no tendrán impacto negativo en la viabilidad de Banco Ceiss.

Unicaja estuvo durante todo 2016 sopesando distintos momentos para salir a Bolsa pero todas ellas fueron descartadas. Y es que tanto Rothschild, el banco asesor del consejo, como las entidades financieras contratadas para la colocación de las acciones (Morgan Stanley, UBS Citi, Credit Suisse y BBVA) desaconsejaron el salto debido a la incierta coyuntura en que se movían las bolsas a nivel internacional, algo que podría haber provocado que la emisión de acciones no lograra el valor deseado por la entidad. En la segunda parte del año ya se empezó a comentar que Unicaja tenía la intención de retrasar su salida a 2017, aunque siempre a expensas de la autorización comunitaria.

Desde Unicaja se comentó ayer que la decisión comunitaria supone «un respaldo» a la «prudencia» con que se está llevando el proceso. «Se confirma que fueron las circunstancias adversas del mercado las que impidieron salir a Bolsa en 2016», comentaron en la entidad, que mantiene su planteamiento de saltar al parqué en cuanto la coyuntura lo aconseje. «Todos los preparativos están hechos. Estamos atentos al mejor momento», añadieron. Precisamente, y a espera de esa situación, Unicaja ha publicado esta semana en su web una presentación corporativa para dar a conocer la entidad a posibles inversores.

Bruselas da el "sí"

Ayer mismo, y poco antes de que Unicaja emitiera su hecho relevante, la Comisión Europea y anunciaba que este pasado jueves aprobó las modificacioneLa sede central de Unicaja Banco, situada en la avenida de Andalucía.

s del plan de reestructuración de Banco Ceiss que España presentó para compensar el retraso en la salida a bolsa de Unicaja. Bruselas dio luz verde en marzo de 2014 la integración de Ceiss en Unicaja y en este contexto pactó con las autoridades españolas la salida a bolsa de la entidad a finales de 2016 con el objetivo de fortalecer la «viabilidad» del grupo. No obstante, España pidió extender este plazo debido a las condiciones adversas de mercado y la incertidumbre política en el país, que podrían haber puesto en riesgo a Unicaja en caso de haber salido a Bolsa. Las autoridades españolas presentaron compromisos adicionales, en particular medidas suplementarias de reestructuración y una devolución más rápida de la ayuda. Bruselas las ha aceptado y ha aprobado la extensión del plazo, cuya fecha es confidencial «para proteger la efectividad del proceso».