El Tribunal del caso Malaya no ha autorizado el tercer grado penitenciario solicitado por el empresario Carlos Sánchez, condenado a tres años y dieciséis meses de prisión por blanqueo de capitales, cohecho y fraude en dicho procedimiento, "al considerar que no es merecedor del mismo".

El interno había presentado un recurso ante la Audiencia Provincial de Málaga para que se le concediera el tercer grado después de que el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria número 6 de Madrid se lo denegara.

El recluso entendía que merecía el régimen de semilibertad al tener cumplido ya el cuarto de su condena y haber prestado "una importante colaboración con la justicia", según el escrito judicial, al que ha tenido acceso Efe.

Tras su estudio, la Sala ha desestimado el recurso de apelación y ha confirmado la decisión del Juzgado de Vigilancia Penitenciaria y ha indicado que contra la resolución no cabe recurso alguno.

El Tribunal indica que el apelante no cumple las tres cuartas partes de la condena hasta dentro de más de dos años, ya que ingresó en prisión el 12 de febrero de 2016, "por lo que ni siquiera ha cumplido un cuarto de la misma a la fecha de la solicitud".

Además, la Junta de Tratamiento ha informado de que el pronóstico de reincidencia del condenado "es medio alto" y la Sala comparte el criterio del juez de Vigilancia que considera que el interno "no es merecedor de esta progresión en grado".

Para los magistrados el Juzgado de Vigilancia ha dictado una resolución motivada, en la que se apoya en diversos elementos y no se ha producido vulneración alguna ya que se explican motivos suficientes para el mantenimiento del penado en el segundo grado.

Hace unos meses, el Tribunal de Malaya revocó el tercer grado concedido por el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria número 2 de Madrid a la abogada Montserrat Corulla, condenada en dicho procedimiento a 3 años y seis meses de prisión por blanqueo de capitales.