La Junta de Andalucía, con el consejero de Salud, Aquilino Alonso, a la cabeza, entonó ayer el mea culpa y admitió los posibles errores que se hayan dado en la comunidad a nivel sanitario pero, eso sí, recordó la calidad del sistema universal y de calidad al que pueden acceder todos los andaluces.

La comparecencia de Alonso fue una de las más esperadas a consecuencia de la dimisión el día de antes ?el martes? del viceconsejero y el gerente del SAS, Martín Blanco y José Manuel Aranda, por la tensión de las mareas blancas y las críticas de la oposición.

Pero Alonso no solo admitió los errores, también quiso recordar las fortalezas del sistema y criticar los mensajes «catastrofistas» de algunos partidos para «desprestigiar» el sistema sanitario y que, en modo alguno, ayudan a su fortalecimiento. Además, anunció que a partir del próximo martes se iniciará el diálogo con los colectivos sanitarios. Durante su comparecencia ante el primer pleno del Parlamento del año, el consejero expresó su «absoluto respeto» a las reivindicaciones ciudadanas y de los profesionales en la calle y apuntó que la Junta no tiene «inconveniente en reconocer que algo no se ha hecho bien». Indicó, asimismo, que siempre van a estar dispuestos a dialogar y a dar los pasos necesarios para mejorar la sanidad pública e incrementar su calidad.

Al mismo tiempo, indicó que el Gobierno andaluz está orgulloso de que Andalucía cuente con una sanidad que no excluye a nadie y que cuenta con tratamientos que salvan vidas independientemente del precio. Sobre las dimisiones de Blanco y Aranda, apuntó a que son una buena muestra «del compromiso que ambos han mostrado con el sistema público de salud a lo largo de su trayectoria». «Han dado un paso al lado guiados por la misma voluntad que siempre han mostrado, mejorar las cosas, ayudar en la gestión de la sanidad pública, mejorar la calidad del sistema y prestar la mejor atención a los ciudadanos», indicó. Asimismo, señaló que la Junta ha hecho un gran esfuerzo por mantener la plantilla sanitaria, y aprovechó para agradecer a los profesionales los sacrificios que han hecho durante la crisis. «El sistema funciona en términos de calidad y de resultados en salud, pero no somos conformistas y perseguimos la mejora continua».

En su opinión, las dificultades por las que pueda pasar un gobierno para sostener el sistema público, como consecuencia de las limitaciones presupuestarias o por los posibles «errores en la gestión, planificación o en la comunicación no pueden servir de excusa para que vayan codo con codo quienes dicen defender la sanidad pública y quienes declaran que quisieran acabar con ella».

El PP, a través de su portavoz parlamentaria, Carmen Crespo, pidió al consejero humildad, diálogo y que admita que hay cosas que cambiar y «no le echen la culpa a los demás». Así, señaló que la Junta, quiera o no, «tiene que escuchar a la ciudadanía».