Más de 17.600 parados malagueños han solicitado durante los años de crisis el cobro del pago único por desempleo con vistas a montar un negocio dadas las grandes dificultades que muchos personas que perdieron su trabajo han encontrado en este tiempo para encontrar un empleo por cuenta ajena. Los datos del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) revelan que la gran mayoría de solicitantes ha realizado esta petición para ejercer su actividad como trabajadores autónomos (aglutinan cerca del 95% de los casos) mientras que el resto lo hizo para formar parte de una cooperativa o de una sociedad laboral. El 85% de las peticiones fueron concedidas al cumplir los solicitantes con los requisitos estipulados para ello.

El año 2016, en concreto, se ha cerrado con un total de 1.461 solicitudes, a un ritmo de más de 120 cada mes. Las cifras están ya por debajo de los máximos que se alcanzaron en el ejercicio de 2013 cuando, coincidiendo con los niveles más altos de paro registrados en Málaga durante la crisis económica, casi 200 parados solicitaban cada mes la capitalización de sus prestaciones. De cualquier forma, los números del pasado año siguen mostrando que actualmente la opción del autoempleo sigue siendo una de las principales salidas laborales que se plantean las personas que están en el paro.

Desde septiembre de 2015 la reforma de la Ley de Fomento del Trabajo Autónomo y de la Economía Social reconoce a todos los parados la posibilidad de capitalizar el 100% de la prestación para iniciar una actividad emprendedora, algo que venía siendo muy reclamado por parte de las asociaciones empresariales. Hasta ese momento, el 100% estaba reservado a jóvenes y el resto sólo podía acceder al 60%. La prestación se puede usar de tres formas: capitalizando el 100% en un único pago, capitalizando sólo una parte y usando el resto para el abono de cuotas a la Seguridad Social, o bien destinando el total de la prestación al abono de las cuotas.

El presidente de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) de Andalucía, Rafael Amor, afirma a este periódico que el segmento de trabajadores por cuenta propia está experimentado un gran crecimiento en la comunidad en los últimos tiempos, en parte debido a esta tendencia. «Es cierto que algunas de estas personas desempleadas se han hecho autónomos un poco por necesidad, debido a que no han encontrado antes un empleo por cuenta ajena, pero creemos que a la mayoría les está yendo bien y que están satisfechos con la opción que tomaron», apunta. El responsable de la ATA recuerda también que dos terceras partes de los nuevos autónomos que se han beneficiado de la puesta en marcha hace un paro de años de la tarifa plana para los primeros meses de actividad continúa en activo.

«La tasa de mortalidad empresarial no supera el 35%. El mercado está mejor y se están incorporando como autónomos muchos jóvenes con una gran preparación y que tienen muy elaborado su plan de negocio, lo que les permite competir desde el principio», señala. La ATA ha detectado una mayor diversificación en cuanto a los sectores de actividad seleccionados por los nuevos autónomos,y aunque segmentos como el comercio y la hostelería siguen siendo muy significativos, destacan también las actividades relacionadas con la educación (por ejemplo, ludotecas), los servicios profesionales o incluso la industria. Al margen de los jóvenes, otros colectivos empresariales destaca que también son muchos los desempleados de mayor edad, entre ellos mayores de 45 años, los que optan por la fórmula del autoempleo ante las escasas posibilidades que encuentran para ser contratados por cuenta ajena.

Toda dinámica está contribuyendo en parte al aumento que viene mostrando en los últimos años la cifra de afiliados al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA). Actualmente hay en torno a 109.000 trabajadores por cuenta propia en Málaga, 15.000 más que a finales de 2011. La provincia ha superado ya incluso los máximos históricos alcanzados antes de la crisis (en 2007 había unos 105.000).

No todos, sin embargo, opinan que esta tendencia es completamente positiva. Los sindicatos CCOO y UGT vienen recelando de este sostenido incremento de trabajadores por cuenta propia, denunciando que una parte corresponde a la figura del «falso autónomo», personas que en realidad trabajan para una sola empresa pero que son obligadas emplearse por cuenta propia.