Después de la avalancha de demandas para reclamar en los tribunales la nulidad de las cláusulas suelo, dos expertos juristas consultados por este periódico prevén la interposición de miles de acciones en los tribunales en los próximos meses para exigir la devolución de los gastos de constitución de la hipoteca, es decir, los honorarios de los notarios, registradores de la Propiedad, gestores y los impuestos pagados por todos aquellos consumidores que recibieron un préstamo para hacerse con una vivienda.

A ello ha contribuido una sentencia del Tribunal Supremo de diciembre de 2015 que ha pasado casi desapercibida para los consumidores, tal vez por el enorme problema en que se han convertido diversos productos bancarios en los últimos años como las cláusulas suelo o las participaciones preferentes. Carlos Cómitre, socio director del despacho Ley 57 Abogados, explica que el Alto Tribunal español declaró nulas esas cláusulas que obligaban a los compradores de viviendas a correr ellos con los gastos de constitución de la hipoteca.

El coordinador del Instituto Andaluz de Estudios Financieros, Ángel Yagüe, señala que esa cláusula era impuesta por los bancos en interés del acreedor, es decir, la propia entidad que otorga el préstamo, porque es al sello financiero al que le interesa que se eleve a público el préstamo con garantía hipotecaria para contar, entre otras cosas, con un título superejecutivo para los casos de impago de las cuotas. Eso, según el Supremo, no debe pagarlo el que compra, sino la firma que presta el dinero y, por tanto, usando una vez más como base una directiva comunitaria, la cláusula es abusiva.

«Todo esto pone de manifiesto lo indefensos que hemos estado. Esas cláusulas eran abusivas y las asumimos desde hacía décadas», señala Yagüe, quien explica que en su despacho ya se están iniciando todas estas demandas ante los juzgados de Primera Instancia, aunque se han hecho peticiones de devolución de gastos de constitución de la hipoteca en las demandas de cláusulas suelo.

Yagüe señala que en Málaga puede haber más de 600.000 personas con hipotecas, por lo que, en principio, todas ellas podrían reclamar lo que pagaron al notario, al Registro de la Propiedad y a las gestorías. «Podemos estar hablando de cantidades que van de los 1.500 a los 3.000, depende de la cuantía del préstamo», dice, para añadir al instante: «Esa cláusula se impone en interés del acreedor, pero de la financiación de la misma se hace cargo el deudor».

En su opinión, esa sentencia del 23 de diciembre de 2015 ha pasado desapercibida precisamente porque todo el mundo estaba más preocupado de las cláusulas suelo. «Son pequeñas malas prácticas, es más, hay casos en los que se exigían provisiones de fondos, ahí hay un negocio subsidiario alentado por los bancos de gestorías y notarías», señala.

Cómitre, por su parte, asegura que ya están recurriendo la devolución de estos gastos para numerosos clientes y precisa que muchos despachos y organizaciones de consumidores y usuarios se publicitan para ofrecer la posibilidad de interponer estas demandas, pero recuerda que parte de esos gastos de constitución de la hipoteca son impuestos. Se refiere a los actos jurídicos documentados y, por regla general, no se puede reclamar la devolución de un impuesto. «No se puede reclamar el Impuesto de Transmisiones y el de Actos Jurídicos Documentados», precisa, aunque sí hay muchos que piden también ese dinero.

«Ojo con pedir todos los gastos»

Desde su punto de vista, si, por ejemplo, el adquirente de una casa pagó 3.100 euros para hacer frente a todos esos gastos, tal vez sólo pueda reclamar acudiendo a los tribunales entre 1.200 y 1.700 euros. «Ojo con reclamar todos los gastos», explica, para agregar que estas demandas siguen el trámite del juicio verbal, habilitado para la reclamación de deudas inferiores a 6.000 euros, y que, dependiendo del juzgado, suelen resolverse en sólo unos meses. «El impuesto no se puede reclamar, el artículo del reglamento es muy clarito», añade.

Otro factor importante para exigir la devolución de ese dinero es que los que tienen hipoteca han de conservar en su poder las facturas del registro, de la notaría y de la gestoría. «Si tu hipoteca tiene, por ejemplo, 15 años, habrá que ver si guardas esas facturas», precisa. En su blog, Cómitre reflexiona también al respecto: «Analizando cientos de casos obtenemos que la parte más importante de los gastos que paga el consumidor por su hipoteca son los impuestos, en realidad el Impuesto de Actos jurídicos documentados.