Tras 40 días de encierro sin que se atisbe siquiera una vía de negociación para sus reclamaciones y tras los últimos expedientes disciplinarios abiertos a dos cabos de la plantilla, los bomberos se reunirán esta mañana en asamblea con varias propuestas dirigidas a endurecer y radicalizar su protesta y conseguir una respuesta positiva de parte del Ayuntamiento, según adelantó un portavoz del Sindicato Andaluz de Bomberos (SAB).

El portavoz sindical explicó que a finales de la semana pasada, a petición del concejal de Seguridad, Mario Cortés, «se produjo la primera ronda de negociaciones para intentar desbloquear el conflicto».

La reunión, según el portavoz, se prolongó durante varias horas, y sirvió para acercar posturas entre ambas partes sobre las reivindicaciones históricas del colectivo, a saber: nuevo reglamento, negociación del organigrama, regularización de los turnos de trabajo y mesa técnica que avance en el proceso de reclasificación profesional.

En la reunión «se vislumbraba un principio de acuerdo, pero finalmente «todo se rompió» después de que el concejal consultara por teléfono los términos de la discusión con el director general de Seguridad y del área de Personal, Carlos Gómez Cambronero, que «rechazaba todos los puntos objeto de negociación, desautorizando así al concejal Mario Cortés».

«El hombre fuerte en las negociaciones del Ayuntamiento frustró de este modo, al menos de momento, el final del conflicto», añadió el portavoz del SAB.

El malestar de los bomberos ha subido varios grados al conocer que la dirección del cuerpo ha abierto expediente informativo a seis bomberos (cinco cabos y un sargento) en su condición de jefes de los parques.

Dos de ellos se han convertido ya en expedientes sancionadores contra dos jefes de parque que deberán responder a por qué no actuaron cuando en los parques que dirigían se izaron banderas piratas y pancartas ofensivas. Todo ello preconiza que la asamblea de hoy se celebre en un clima de alta tensión que puede favorecer la adopción de las medidas radicales que se van a proponer.

Por su parte, el edil de Seguridad, que adelantó que lo que intentó en la reunión «fue ponerme como mediador de un conflicto, ni siquiera como negociador», señaló que en la reunión se buscaba un encaje pero «las cosas que propusieron no son competencia mía, del área de Seguridad; ellos lo que pretendían eran medidas laborales, del convenio laboral». Ante ello, Cortés habló con el director de Personal «porque lo que pretendían era modificar el actual convenio laboral, que está firmado por los sindicatos y a punto de que se apruebe definitivamente». «Ellos pretenden con esta medida cambiar el convenio que ya está negociado y cerrado con el resto de sindicatos», explicó Cortés, insistiendo en que el director de Personal señala que «cómo ahora, después de negociar dos años el convenio colectivo, se pare para volver a abrirlo para meter mejoras laborales, lo que supondría abrir de nuevo la negociación, que acaban de cerrar hace un mes». Cortés dijo que en 2017 «no es posible meter ninguna mejora pero para el siguiente convenio, que entraría en vigor el 1 de enero de 2018, sí se podrían establecer».