Andalucía vuelve a ser pionera en la lucha contra la violencia de género y la atención a sus víctimas. Tras ser la primera comunidad autónoma en reconocer como víctimas a los hijos de las mujeres maltratadas, ahora también les prestará apoyo psicológico. En este sentido, la delegada territorial de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, Ana Isabel González, y la coordinadora provincial del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM), Rosa del Mar Rodríguez, presentaron ayer el Servicio de Apoyo Psicológico en Crisis para Hijas e Hijos de Mujeres Víctimas Mortales de Violencia de Género, una iniciativa pionera en España, impulsada por el Instituto Andaluz de la Mujer (IAM), que tiene como fin ofrecer de manera gratuita e inmediata atención psicológica de urgencia a menores y familiares que se enfrentan a un hecho tan traumático como el asesinato de una madre a manos del padre agresor.

La delegada apuntó a que las Administraciones tienen la responsabilidad de seguir atendiendo a quienes también son víctimas de la violencia de género. «Es un servicio esencial para dar sosiego a las familias», señaló.

El proyecto supone la ampliación de los recursos de la Junta para la protección de las personas menores de edad expuestas a la violencia de género en Andalucía. La responsable provincial de Igualdad explicó que la exposición del menor a la violencia de género produce traumas similares al maltrato infantil y que los casos de madres asesinadas añaden graves secuelas en los niños y niñas, desde terrores nocturnos y regresiones hasta huidas del hogar o sintomatología ansiosa y depresiva. Por ello, Ana Isabel González insistió en la necesidad de una atención inmediata que minimice el «shock psicológico», facilite un proceso de duelo normalizado y favorezca la recuperación emocional a medio plazo.

Por su parte, la coordinadora provincial del IAM, Rosa del Mar Rodríguez, explicó que el servicio, que se ofrecerá en la localidad donde sucedan los hechos y que estará activo las 24 horas, durante los 365 días del año, tendrá dos líneas de actuación: una directa con los menores, y otra indirecta con las familias y el entorno, que abarcará desde la comunidad educativa y los centros de salud hasta las fuerzas de seguridad, los medios de comunicación locales o el movimiento asociativo. La previsión supera las 110 personas atendidas por cada municipio.