En el PP han hecho bien su trabajo. O eso es lo que piensan en el seno del partido en Málaga. Mientras que otras formaciones atraviesan por una situación desgarradora, los dirigentes populares se creen en posesión de motivos para la satisfacción casi absoluta. Si Podemos quiso contraprogramar el congreso nacional del PP con Vistalegre II, ha conseguido justo lo contrario. Desde que la formación morada anda empeñada en provocar su propia desgracia, no ha pasado un día en el que no salga algún dirigente popular para alertar de que en la formación morada no dan pie con bola. Algo que hacen extensible automáticamente al PSOE, que también está a las puertas de afrontar un incierto proceso congresual.

En un ambiente mucho más sereno, aseguran desde la dirección provincial, se acudirá este fin de semana al cónclave nacional del PP que se celebrará en la Caja Mágica de Madrid. Si los otros partidos pecan de un exceso de disputas internas, el PP se presentará como un partido unido y sin fricciones. «¿Cómo quieren gobernar España si no se saben gobernar ni a sí mismos?», se preguntó el pasado sábado Soraya Sáenz de Santamaría en Málaga.

El congreso de los populares llega con dos años de retraso, pero en un marco favorable para el PP de Málaga. Con 97 compromisarios es la provincia que más voz aporta a nivel andaluz. Si se tiene en cuenta que el número de compromisarios se calcula en función del número de afiliados -con 33.0000 es también la provincia con más militantes- y de los resultados electorales, es comprensible que Elías Bendodo y Margarita del Cid lleguen a Madrid con la autoestima oxigenada. Los principales problemas, aseguran, son de «índole logística» porque no se quiere que nadie se siente solo.

«La militancia está más viva que nunca», exclamó el propio Bendodo, señalando las más de 4.000 enmiendas que se han presentado a las ponencias que se debatirán a partir de mañana y hasta el próximo domingo. En general, se insiste mucho en que este será el congreso más participativo de la historia y por ello en la dirección no quieren que los compromisarios pierdan su oportunidad de oro para intervenir. «Les hemos pedido a los compromisarios que, al ser una provincia con tanta representación, participen en los debates», aseguran fuentes de la dirección provincial. «Yo he vivido congresos en los que no había ningún tipo de debates», recuerda otra fuente para señalar que un asunto como la gestación subrogada, que divide internamente al partido, no hubiera entrado a discusión. «Los compromisarios tienen libertad absoluta para votar lo que quieren», recuerdan en el partido que tampoco fue necesario pasar ningún filtro para presentar enmiendas.

Aunque en el partido insisten en que son aspectos que habrían sido imposibles años atrás, esto sigue siendo el PP y los márgenes para lo imprevisible serán muy estrechos. Pero tampoco resulta conveniente confundir a la opinión pública y pensar que todo será como un campo de flores en primavera. «Elías Bendodo y Juanma Moreno tratarán de jugar sus cartas», aseguran en la formación. Traducido a la realidad, señalan, eso significa que la dirección regional peleará por colocar a alguna de sus fichas en la cúpula de Génova. Actualmente, el comité de dirección cuenta con dos representantes andaluces: Rafael Hernando y Javier Arenas. El objetivo pasa por colocar a alguien más para que se pueda consolidar el peso de Andalucía. Pocos motivos para sentirse satisfechos tendrá el PP andaluz, sin embargo, si María Dolores de Cospedal sigue manteniendo su cuota de poder. A Cospedal le sobran los cargos y aquí celebrarían que se escorara a quien se ha mostrado siempre abiertamente contraria al propio Moreno. El PP de Málaga lleva buena mano pero «al final son decisiones que se toman muy a última hora», insisten en la dirección.