No sólo son el mango y el aguacate. La industria agroalimentaria de Málaga todavía tiene mucho que decir y uno de los productos de futuro es curiosamente el mismo que inauguró en la provincia el circuito masivo de la exportación. El vino retorna sin haberse ido nunca del todo, pero considerado por la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, como uno de los productos con mayor capacidad para aumentar el índice de rendimiento anual. Especialmente, después de comprobarse la excelente asimilación de variedades menos conocidas como el tinto. Las bodegas de puntos como Ronda o Mollina han ido poco a poco aumentando clientela. Y sus números son, según el delegado de la Junta Javier Salas, más que prometedores. Un nuevo estímulo que sumar al de las denominaciones de origen, que han pasado en los últimos años por todo tipo de fluctuaciones en cuanto a ventas en el exterior. El representante del Gobierno andaluz, está convencido de que los caldos locales, antiguos y nuevos, deben ser una apuesta.