El PP-A afronta el reto de aumentar su suelo electoral. En política, los gestos cuentan. Por ello la cercanía manifiesta que existió ayer en Sevilla entre el presidente de los populares andaluces, Juanma Moreno, y el máximo responsable del partido en Málaga, Elías Bendodo, hace intuir que el último será una pieza fundamental en el gran objetivo que se ha marcado en el horizonte: gobernar por primera vez en Andalucía. Moreno, desde que llegó hace tres años, ha hecho gala de su resistencia pero ahora le quiere dar la vuelta a la moneda. Su gran meta es llegar a la presidencia de la Junta. Algo que no ha logrado ni el mismísimo Javier Arenas. Una vez que ha optado por Bendodo como su fiel escudero, se entiende que la dirección haya mirado a Málaga para celebrar su congreso regional. Por primera, el cónclave tendrá lugar en la capital. A falta de confirmarse de manera oficial, fuentes del PP señalan al Palacio de Ferias como marco elegido. La decisión se dio a conocer ayer en la junta directiva regional, donde Moreno, además de anunciar que se presentará a la reelección para presidente, esbozó cuáles son los objetivos del congreso.

El problema, eso parece, ya no es ser de derechas o de izquierdas, y aunque Moreno no está dispuesto a renunciar a las esencias, los populares quieren trazar en Málaga nuevas dimensiones. «Este congreso tiene un objetivo primordial, que es alcanzar el gran objetivo de ensanchar la base social y generar una mayoría de ciudadanos que respalden nuestro proyecto, para alcanzar de una vez por todas el Gobierno de Andalucía», explicó Moreno. Modernizar sin renunciar a las raíces. La última vez que alguien coqueteó con «ensanchar» el espectro electoral fue el todavía secretario político de Podemos, Íñigo Errejón, y los suyos lo han descendido de categoría. Cuando Moreno dice que el cambio tiene que venir en la Junta, también aseguró que su propio partido predicará con ejemplo. El congreso regional de Málaga estrenará el sistema de «doble vuelta» aprobado a nivel nacional, por lo que cualquier afiliado que quiera optar a la presidencia del PP-A podrá presentarse con solo 90 avales. Lo que significa, sin embargo, que ésto sea una providencia para que surja algún contendiente, y se espera que Moreno sea reelegido con un amplio margen.

Dejar claro que el debate interno ya no está reñido con la idiosincrasia del PP es otro de los puntos que se quieren destacar. Y no es cuestión de rellenar, según Moreno, espacios con debates de cartón piedra, sino que se trata de diseñar un congreso que será el «más abierto y participativo» de los que se han celebrado hasta el momento. Para el desarrollo, están citados un total de 1.490 compromisarios. La comisión organizadora estará presidida por el alcalde de Almería, Ramón Fernández y contará con 31 personas. El funcionamiento del congreso girará en torno a cuatro ponencias que pretenden llenar de contenido las palabras vacías.

La ponencia sobre el reglamento interno se ha acuñado como Un partido abierto al servicio de los andaluces y ya se convierte en una declaración de intenciones. Estará coordinada por la vicesecretaria de Organización, Patricia Navarro, y tendrá de ponentes, entre otros, al propio Bendodo. La participación malagueña se extiende también a la ponencia social, que estará coordinada por la vicesecretaria, Ana Mestre, y que cuenta con la participación de la diputada, Ana Carmen Mata.

En lo que será su último congreso como alcalde de la capital, Francisco de la Torre, participará en ponencia para profundizar en la comunicación y e innovación. Llamada Conectados por Andalucía. Quien ha acumulado tanta experiencia en la defensa de la Smart City querrá poner su granito de arena. Por su parte, la secretaria general del PP malagueño, Margarita del Cid, y el vicesecretario general, Manuel Marmolejo, estarán en la comisión organizadora del congres. La orden manifiesta que trasladó Moreno es que los compromisarios participen abiertamente en todos los debates sin renunciar a dar una imagen de «unión y solidez». En contraposición a lo que ocurre en otras formaciones, el PP se quiere presentar en Málaga como un partido de liderazgos consolidados. En el caso de Moreno, oxigenado por las dudas que hay en torno al futuro de Susana Díaz. Algo que le hace ser optimista para abrir una nueva etapa en Andalucía. El líder del PP-A se ve cada vez más cerca de terminar una «travesía complicado», aseguró. El comienzo del fin de la hegemonía socialista, lo quiere escribir el PP desde Málaga y para ese objetivo que se han marcado contarán también con la presencia de Mariano Rajoy durante el cierre del congreso regional.

El que no tardó un minuto en sacar pecho fue Elías Bendodo, al considerar «una gran responsabilidad» así como un»honor» que la capital malagueña haya sido elegida como sede del congreso. A su juicio, es, además, un «claro reconocimiento» al trabajo realizado por la formación en la provincia malagueña, donde gobiernan en la Diputación y en el Ayuntamiento, siendo las dos instituciones más importantes que tiene el PP a nivel nacional.