La decisión de celebrar esta cita fuera de Madrid parte de Moncloa y constituye un gesto hacia Francia, pues pretende poner de relieve la vinculación de la ciudad con el país vecino, acrecentada en 2015 con la apertura de la primera sede del centro de arte Georges Pompidou de París fuera de Francia.Otras ciudades españolas, como Alicante, pretendían albergar esta cumbre que finalmente, gracias a los buenos oficios de dirigentes populares de la provincia han logrado traer.

También ha trabajado lo suyo el alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre, que no esconde su pasión por Francia, país donde amplió en los años 60 sus estudios superiores universitarios, con una especialización en desarrollo regional, tras obtener el doctorado en Ingeniería Agrónoma.

Segunda cumbre en Málaga

Esta no será la primera cumbre hispano francesa que acoge Málaga. En 2002 (y también con De la Torre como regidor) el entonces jefe del Ejecutivo, José María Aznar, recibió aquí al francés Jacques Chirac, en una reunión que estuvo marcada por la catástrofe ecológica del vertido del Prestige. Este encuentro sí estará marcado por las elecciones francesas y el temido protagonismo de Le Pen, la líder ultraderechista contra la que todos los partidos democráticos podrían unirse.

Visita a la Aduana

El presidente francés así como Rajoy, la consejera de Cultura, Rosa Aguilar y algunos de los ministros de ambos países tienen previsto visitar el Museo de Málaga y celebrar también un almuerzo en el que no faltarán productos típicos malagueños.