La salida de Reino Unido de la Unión Europea no sólo puede suponer el éxodo de empresas de las islas a consecuencia de los cambios normativos, sino también de instituciones de peso como la Agencia Europea del Medicamento (EMA). Un organismo con un millar de trabajadores, de referencia a nivel del continente que se verá afectado de pleno por el brexit. Son numerosos los países, y ciudades que han ofrecido sus terrenos para albergarla: en España, lo han hecho también Granada y Barcelona, además de Málaga, mientras en el exterior toman fuerza los nombres de Copenhague o Milán, entre otros.

Ubicada en Canary Wharf, la zona financiera de Londres, es una institución descentralizada de la Unión cuya responsabilidad es la protección y promoción de la salud pública y animal mediante la evaluación y supervisión de los medicamentos de uso humano y veterinario. Es responsable de la evaluación científica de las solicitudes europeas de autorización de comercialización de medicamentos, por lo que estas presentan una única solicitud de autorización de comercialización y es el organismo quien decide si el medicamento en cuestión puede ser comercializado o no.

La EMA cuenta con siete comités científicos: el de Medicamentos de Uso Humano y de Medicamentos Veterinarios, de Terapias Avanzadas, para la Evaluación de Riesgos en Farmacovigilancia, de Medicamentos Huérfanos, Pediátrico y de Medicamentos a base de plantas.

La más que evidente necesidad de buscar una nueva ubicación ha puesto sobre la palestra el nombre de numerosas ciudades europeas que se ofrecen para acoger este organismo, que no sólo supondría atraer a todos sus trabajadores, sino al entramado que trabaja en torno a él: empresas farmacéuticas y laboratorios. Mientras que el resto de países se han posicionado por una ciudad en concreto, en España el Gobierno no se ha decantado por ninguna, aunque recién llegada la ministra de Sanidad, Dolors Montserrat, insinuó su apuesta por Barcelona.

Pero una de las figuras más beligerantes para que Málaga sea candidata -y finalista- para acoger la Agencia Europea del Medicamento es el alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre. Ha visitado Londres, se ha reunido con el consejero de Salud, Aquilino Alonso, y no desaprovecha ninguna ocasión ni acto público para recordar las bondades de Málaga y lo que podría ofrecer al organismo: buenas conexiones e infraestructuras, una Universidad de vanguardia y un clima envidiable.

De hecho, el alcalde ya tiene pensada la posible ubicación de la Agencia Europea del Medicamento, una parcela grande ya que se necesitarían numerosos metros cuadrados para acoger la sede, que en Londres dispone de un gran edificio.

El lunes mismo, en el foro Tribuna Andalucía, De la Torre apuntó que Málaga tiene «muchas opciones» de acoger la sede de la agencia. Con anterioridad ha señalado en distintos encuentros que se trata de una ocasión «de oro» para Málaga. La decisión, que corresponde al fruto de un acuerdo de los 27 estados miembros, supondría acercar los territorios del sur de la Unión Europea a los estándares económicos de centro y norte.

Me atrevo a pronosticar que si su «nuevo emplazamiento fuera Andalucía, no habría bajas o éstas serían muy pocas. Ningún otro país puede contar con una candidatura de ciudad y región que pueden acoger la agencia cumpliendo, respectivamente, todas las exigencias de conectividad aérea y de marco ideal para vivir y, al mismo tiempo, conseguir los efectos mencionados de impulso regional», dijo De la Torre en alusión a que esto acercaría la renta per cápita de Andalucía, que a día de hoy es el 70 por ciento de la media europea, a la del resto de Europa.

Ya este verano, la Unión Profesional Sanitaria de Málaga, el Colegio Oficial de Farmacéuticos y la Academia Malagueña de las Ciencias defendieron con un decálogo la propuesta de que la Agencia Española del Medicamento tenga su sede en Málaga. Entre otros puntos, recordaban la «dilatada» experiencia en organización de grandes congresos y eventos profesionales internacionales gracias al compromiso de las empresas e instituciones malagueñas, así como a la infraestructura con la que se cuenta para la celebración de los mismos o la amplia experiencia de empresas e instituciones con una gran trayectoria en labores de investigación en Málaga, así como de los profesionales sanitarios que forman parte de las instituciones sanitarias malagueñas.

Asimismo, recordaban el desarrollo del Campus Andalucía Tech de la Universidad de Málaga y la Universidad de Sevilla con sus apuestas por el I+D, o por una industria de alta cualificación en consonancia con acciones que se están desarrollando en el Parque Tecnológico de Andalucía, convertido, asimismo, en un HUB tecnológico, «que sería complementario a la investigación y desarrollo de una industria farmacéutica».

El presidente de Uprosama y del Colegio de Farmacéuticos, Francisco Florido, ha anunciado la creación de una plataforma a la que se adhieran empresas e instituciones para que Málaga logre los apoyos necesarios en la provincia y, si es posible, en la comunidad, como ya se ha pronunciado Bidafarma, la gran cooperativa farmacéutica de la comunidad autónoma.

Apuesta decidida

Desde la Asociación Andaluza de Derecho Sanitario, su presidente, Eduardo Martín, considera interesante hacer una apuesta global por la candidatura de Málaga, como la de la ciudad para que en 2016 fuera la Ciudad Europea de la Cultura. «No es sólo el empleo que puede generar, sino el flujo de personas que traería y las miles de reuniones que atraería», dijo. Por ello, pide una apuesta decidida de la Junta de Andalucía y que, una vez Málaga sea cabeza visible, se haga un proyecto serio que presentar a quienes lo decidan.

La delegada de Salud en Málaga, Ana González, recordó que el consejero ya mantuvo una reunión con De la Torre para tratar este asunto. «Le trasladó que el primer paso lo tiene que dar el Gobierno central y apostar por Andalucía. Nosotros creemos que Andalucía tiene las características adecuadas para albergar esta sede», sostuvo.