Los malagueños nos hemos despertado hoy con una lluvia que ha ensuciado las calles con una fina capa de barro. Los 4,5 litros por metro cuadrados caídos en la capital hasta las 10.30 horas, según el punto de recogida en el Puerto de Málaga de la AEMET, han limpiado un poco la atmósfera de la capa de arena del desierto del Sáhara que se instaló el lunes en Málaga y que dejó el cielo con un color ocre. La lluvia de la noche y la madrugada pasada ha permitido eliminar parte de ese polvo en suspensión, que se ha convertido en una capa de barro que cubre la ciudad.

No obstante, las calles están todavías lejos de limpiarse, ya que la previsión de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) es que el riesgo de lluvia con barro se mantenga durante toda la jornada, aunque reduciéndose de forma notable a partir de las 17.00 horas. De hecho, durante toda la mañana se han visto rayos y escuchado truenos en la ciudad por la cercanía del frente tormentoso.

Esta lluvia es un resto de la tormenta que descargó el domingo de madrugada en la ciudad, provocando fuertes inundaciones. Aunque las lluvias tendrán menos intensidad que el domingo, vendrá acompañadas de barro por la coincidencia de una nube de arena del desierto proveniente del Norte de África y que ha llegado empujada por los vientos de sur.