Que el aceite de oliva es el mejor aliado en la cocina, e incluso en la cosmética, no es ninguna novedad. Estudios como Predimed ya han demostrado científicamente que su uso es la mejor alternativa frente a otros tipo de grasas.

Fuentes de la cooperativa aceitera DCOOP señalan que el uso del aceite de oliva, en especial si es virgen o virgen extra, es recomendable tanto en crudo como en alimentos preparados. «En el caso de las frituras diversos estudios ponen de manifiesto las bondades del aceite de oliva virgen que posee además compuestos antioxidantes que mantienen la estabilidad del aceite, permitiendo su utilización durante más ciclos de fritura. Asimismo, favorece que se forme una costra superficial en los productos fritos impidiendo que pierda sus vitaminas y propiedades», señalan, al margen de recordar las bondades de su aroma y sabor. En lo que respecta a la posible sustitución del aceite de palma como ingrediente de un producto final por aceite de oliva, desde DCOOP apuntan a que las distintas categorías de aceite de oliva y una adecuada aplicación del tipo de aceite en cada caso hace que el precio final del plato no se vea apenas afectado, «sobre todo si se tiene en cuenta que el aceite de oliva es la grasa más saludable que existe». Respecto a su uso en otro tipo de productos, señala que cada vez son más los de cuidado corporal y cosméticos los que lo incorporan a su composición. «Las propiedades antioxidantes demostradas del aceite de oliva le hace ser un producto cada vez más demandado», dicen, mientras recuerdan que la obesidad es uno de los problemas de salud más importantes en las sociedades más desarrolladas, de lo que tienen gran culpa las grasas saturadas como la de palma.