­El mercado inmobiliario ratificó durante 2016 los síntomas de repunte de actividad que le están acompañando durante los últimos ejercicios, aunque la compraventa de viviendas en Málaga continúa descansando de forma importante en las operaciones realizadas por extranjeros y por clientes de perfil inversor que pagan el importe al contado. Por contra, el comprador nacional continúa en una posición agazapada, a espera de que la economía confirme su recuperación y a que aumente la estabilidad en el empleo que se viene generando, ya que el actual mercado de trabajo sigue muy dominado por la precariedad laboral, según vienen recordando los colectivos de constructores y de agentes de la propiedad inmobiliaria. Así, más de un tercio de las operaciones realizadas en 2016 correspondieron a foráneos, según las estadísticas del Colegio de Resgistradores de la Propiedad recogidas hace unos días por este periódico.

Las estadísticas del Instituto Nacional de Estadística (INE), correspondientes a la firma de hipotecas en 2016 al completo y publicadas ayer por este organismo, corroboran todo este panorama. De entrada, la firma de hipotecas para viviendas se incrementó el pasado año un 13,1% respecto a 2015, con 13.806 préstamos suscritos, lo que refleja la dinámica de reactivación. La cifra es la más elevada de los últimos cinco años, aunque sigue muy lejos de los niveles de antes de la crisis y de los primeros años de recesión.

La comparativa del volumen de hipotecas con el de las viviendas vendidas en Málaga evidencian, no obstante que, dentro de esta tendencia al alza, el comprador local que busca una primera residencia y que recurre a financiación para poder comprarla tiene actualmente el mismo peso que el perfil de inversor que viene con el dinero al completo en mano, cuando en la época del boom inmobiliario (e incluso en los primeros años de la crisis económica) ese porcentaje suponía entre el 80% y el 90% de los compradores.

Así, durante el pasado año se contabilizaron casi 26.200 ventas de viviendas en Málaga (los datos son también del INE) pero sólo se firmaron las citadas 13.806 hipotecas, lo que equivale a decir que únicamente el 52,7% de las transacciones (algo más de la mitad) se hicieron recurriendo a un préstamo bancario, en línea con las bajas tasas de los últimos años aunque ya algo por encima de las que se registraron en 2013, 2014 y 2015, con mínimos que se movieron entre el 45% y el 47%.

El sector cree que mientras los niveles de desempleo no bajen de forma significativa en Málaga será muy difícil que se produzca el retorno del cliente local, clave para normalizar el mercado. Es cierto que el paro ha ido descendiendo en los últimos años, pero la tasa aún se sitúa en Málaga en un 25%. El empleo que se está creando, además, muestra unos altos niveles de precariedad: casi el 95% de los contratos que se firman cada mes en Málaga son temporales.

El presidente de la Asociación de Constructores y Promotores de Málaga (ACP), Emilio López Caparrós, afirma que los bancos están concediendo ya más hipotecas aunque exigiendo unos altos niveles de solvencia a sus clientes. «Los bancos siguen siendo muy cautelosos. Quieren garantías y están pidiendo al cliente una estabilidad en el empleo que asegure la devolución del préstamo y, en algunos casos, avales añadidos», comenta. Las condiciones se suavizan, eso sí, si la vivienda que interesa al comprador pertenece a la cartera de la propia entidad financiera. «Los bancos favorecen la concesión de hipotecas para dar salida a sus viviendas por encima de las de los promotores privados pero eso es algo que lleva pasando desde hace años. Lo importante es que el mercado hipotecario empieza a desatascarse poco a poco y que en 2017 lo seguirá haciendo. Están ganando además terreno las hipotecas a interés fijo frente al variable, debido a que los tipos siguen en niveles mínimos y la ganancia para el banco radica ahora en el diferencial», apunta López Caparrós.

Lo que sí revelan también las cifras de las hipotecas firmadas en 2016 es que los precios están comenzando de nuevo a subir. El préstamo medio en Málaga se ha situado en este 2016 en unos 122.700 euros, cuando en los años de la crisis se llegó a caer por debajo de los 110.000 euros.

Los valores medios continúan a una distancia enorme, eso sí, de los precios previos a la crisis, cuando el precio de las viviendas firmaba máximos históricos y, además, los bancos recurrían a las sobretasaciones para dar el 100% (o incluso más del valor de los pisos). En el 2007, justo antes de el estallido de la burbuja inmobiliaria, la hipoteca media alcanzó de esta forma en Málaga un tope de 165.000 euros. Ahora, los bancos otorgan como máximo el 80% del valor tasado de la vivienda.